Un año tan malo como 2020 no podía fallar a la hora de traernos películas malas. Como cada temporada, y teniendo en cuenta la opinión personal de quien esto escribe, llega la selección de los títulos estrenados en 2020 que más ampollas, risas involuntarias, decepciones y (en algún caso) tristeza, han levantado.
Coronando la lista, la película que los grupos cristianos y la ultraderecha seguro convierten en peli de cabecera. Al final, el descafeinado regreso de una de las heroínas más queridas del actual cine de superhéroes. Terror (o intento de este) con mensaje social absolutamente banal, reboots que bien podrían no haber existido nunca, dramas con estrellas de primera categoría haciendo que pasemos mucha vergüenza ajena, o musicales que desearás no haber visto. También hay cabida para romances adolescentes, animales parlantes y thrillers de saldo, completando una lista donde no están todas las que son, pero sí son todas las que están.
1 'Unplanned'
El tándem formado por Konzelman y Solomon, ya demostró lo nefasto de su unión laboral en 2007, cuando lo intentaron con una espantosa comedia de vampiros llamada 'Insaciable'. Más de una década después, regresan con uno de los títulos más vergonzosos e insultantes de los últimos años: 'Unplanned'. Y casi que mejor lo hubiesen seguido intentando con el cine de terror, aunque lo que quiera contar pueda resultar mucho más terrorífico.
Un espantoso telefilm sobre una joven que pasa de acompañar a chicas que quieren abortar, a convertirse en una líder del movimiento antiaborto. La película que la COPE definió como "un canto a la vida". Y no queréis tener los mismos gustos que la COPE.
2 'After. En mil pedazos'
Pese a que haya tenido una carrera enfocada en la televisión, y perdonándole por el hecho de haber dirigido 'Crueles intenciones' y 'La cosa más dulce', Roger Kumble es el culpable de habernos castigado con 'After. En mil pedazos', la secuela de 'After. Aquí empieza todo', dirigida por Jenny Gage en 2019.
Basada en la segunda novela de la saga de libros de Anna Todd (compuesta por cinco, así que todo apunta a que nos queda sufrir tres más), volvemos a tener a Josephine Langford y Hero Finnes Tiffin en los papeles de Tessa y Hardin, esta vez con la trama contada desde el punto de vista de él, apareciendo un triángulo amoroso tan anodino e insoportable como solo podría serlo un romance Young Adult que sigue pecando de mojigato.
3 'Jóvenes y brujas'
Que la existencia de una película solo valga por su (literalmente) último minuto, es para replantearse muchas cosas. Para toda una generación, la 'Jóvenes y brujas' original (estrenada en 1995, justo un año antes del renacimiento del terror teen de los noventa gracias a 'Scream. Vigila quién llama') es un pequeño clásico con alma de culto.
Adaptarla a las nuevas generaciones, y más siendo de la mano de Blumhouse, era algo que muchos celebramos en cuanto se anunció. Sin embargo, lo de querer hacer un reboot/secuela en cuyo guion esté forzadísima la revisión feminista, es algo que salió mal el 2019 con 'Black Christmas'. Y aquí es peor, pues pasamos de terror adolescente con brujas, a una especie de capítulo piloto con alma de serie para Disney+.
4 'Las aventuras del doctor Dolittle'
El 'Dr. Dolittle' de Eddie Murphy ya era una mala película (estrenada en 1998), destinada únicamente a divertir a los más pequeños de la casa. Así que tampoco hay que echarse las manos a la cabeza por el despropósito que ha terminado siendo esta nueva versión.
Volviendo a tomar al personaje de ficción creado por Hugh Lofting en 1920, nos encontramos ante una aventura de corte familiar en la que Robert Downey, Jr. se embarca en una aventura inolvidable: la de intentar salvar una historia de montaje frenético y sin sentido del ridículo. ¿Comedia involuntaria o desastre inesperado? Ambas opciones pueden ser correctas.
5 'The Prom'
Ryan Murphy ha vuelto a hacerlo. Pero esta vez, engañando a Meryl Streep y Nicole Kidman para que participen en su engaño al que, ya de forma cíclica, nos tiene acostumbrados.
Un musical aburrido, sin canciones memorables, con personajes insoportables (por no hablar del "mensaje" de igualdad), mucho brilli brilli y, cómo no, la marca personal del productor/director/guionista vendehumos por excelencia: una fotografía bonita como única aspecto a destacar. Agradecemos que Murphy haya querido seguir una nueva tradición navideña tras 'Cats': la de los musicales infumables. Claro ejemplo de que hasta la basura puede lucir bien con un bonito papel de regalo.
6 'El cadáver'
Desde que Netflix empezase a apostar por las producciones propias de carácter internacional, son muchas las películas y series de terror que nos están llegando de diferentes partes del mundo, y eso es algo que siempre hay que celebrar.
Sin embargo, la propuesta que nos ha llegado desde Noruega deja mucho que desear, pues parece ser la típica película hecha a raíz de una suma de situaciones y personajes seleccionados por un algoritmo. Un mundo distópico devastado por una explosión nuclear. Un grupo de ricos invitando a cenar a unos pobres. El consiguiente mensaje acerca de lucha de clases. Canibalismo regular. Una tontería de juego de máscaras que podría pasar como spoof movie de 'Eyes Wide Shut'. Y el insoportable intento de plot twist y tensión aburrida que ya vimos en 'La perfección' hace un par de años. Todo mal.
7 'Hillbilly, una elegía rural'
2020 es tan mal año, que ni siquiera las estrellas se han librado de ello. O que le pregunten a Amy Adams y Glenn Close, quien en un momento determinado de sus vidas, creyeron que era buena idea participar en un proyecto así.
Disfrazadas de sendas mujeres de la América profunda, y creyéndose a Ron Howard cuando les convenció diciéndoles algo así como que por no salir favorecidas, ganarían el Oscar gracias a esta insufrible elegía redneck. Una feel good movie aburrida, cuya única intención es la de querer gustar a los académicos y que, esperamos, quede enterrada en lo profundo del catálogo de Netflix.
8 'The Boy: La maldición de Brahms'
Sin que fuese nada del otro mundo, en 2016 'The Boy' acabó siendo la película más redonda en la filmografía de William Brent Bell, quien ya había estrenado títulos como 'Stay alive', 'The Devil Inside' y 'Wer'. En aquella (si queréis libraros del spoiler, dejad de leer aquí mismo), la casa encantada derivaba en plot twist aterrador que recordaba al del asesino viviendo dentro de la casa de 'Toolbox Murders'. FIN DEL SPOILER.
Ahora, y con el previo aviso de que la protagonista iba a ser Katie Holmes, Brent Bell decide tirar por tierra todo lo que fue eficaz y sorprendente en la primera parte, para inventarse una nueva mitología relacionada con Brahms, el extraño muñeco de porcelana. A partir de aquí, solo podemos pedir una cosa para solventar este desastre: que se inicie una saga propia que apueste por el disparate y la reinvención constante, para así dejar de sentirnos estafados por esta secuela.
9 'Hogar'
Hacíamos mención a las producciones de terror de Netflix en Noruega, pero si nos ponemos a mirar en los thrillers españoles, la cosa tampoco mejora demasiado. Aunque los hermanos Pastor hayan hecho con muy buena intención este intento de viaje a lo más profundo de las obsesiones de un tarado.
El tarado aquí es el personaje interpretado por Javier Gutiérrez, un señor que no acepta el no vivir por encima de sus posibilidades, y que después de tener que haber regresado a vivir a su modesto piso de El Carmel de Barcelona, decide colarse en su antigua casa en la zona alta de la ciudad condal para hacerle la vida imposible a su nuevo inquilino: Mario Casas. Gutiérrez convertido en un villano tan villano que mata a un perro. Y que intentan hacernos colar como menos villano al enfrentarlo a otros seres de dudosa moralidad. Por no hablar de la falta de carisma que desprende, llegando a ser de los personajes más odiosos que han pasado este año por nuestras pantallas.
10 'Wonder Woman 1984'
Lo siento, Patty Jenkins. Si hay una película que todos esperábamos con ganas, es 'Wonder Woman 1984', la secuela de una de las mejores películas del DC Extended Universe. Y el hecho de que viniese firmada por la misma directora de aquella, era ya todo un punto a favor.
Jenkins deja claro que sabe manejar la cámara, y que las escenas de acción están bien coreografiadas y ejecutadas. Todo ello descompensado con un exceso de metraje, el cual no ayuda a que la experiencia se haga llevadera. Ni siquiera los mensajes de empoderamiento metidos con calzador (con mansplaining incluido, algo que hace que la propia esencia de la película se desmorone) la convierten en algo memorable. Ojalá las intenciones hubiesen sido las de hacer algo camp (lo que parece) y no el enésimo aburrimiento que podría haber filmado Zack Snyder. Menos mal que está Kristen Wiig con su Cheetah para intentar salvar este blockbuster, y ojalá hubiese estado más tiempo en pantalla para poder haberlo conseguido.
