Puede llevar mucho tiempo y esfuerzo aprender a discutir con tu pareja de una manera sana y constructiva, pero se puede hacer. Para empezar, es importante tener en cuenta que, sobre todo, no hay nada intrínsecamente malo en un desacuerdo ocasional. De hecho, expresar lo que no te gusta o te molesta de tu pareja puede ser bueno para tu relación.
"Discutir es normal y puede ser una forma saludable de resolver diferencias", explica Jonathan Bennett, experto en relaciones y citas de Double Trust Dating. "Una relación romántica también implica tener desacuerdos mientras se mantiene en alta estima a la otra persona. Implica mantener la base del amor en su lugar. Cualquier cosa que erosione el amor y la confianza durante una discusión puede convertirla en tóxica", expone.
Por eso también es importante evitar los hábitos de discusión poco saludables, como insultar, culpar y callarse, ya que casi siempre empeoran la situación. En lugar de pretender "ganar" en la discusión, es útil recordar que estas tienen que ver con escuchar y comunicarse. Así, es mejor evitar estas situaciones:
1 Echar en cara cosas del pasado
Todos hemos tenido ese momento durante una discusión en el que empezamos a reprochar cosas del pasado trayendo a colación cuestiones que nada tienen que ver con el objeto de debate.
"Esto puede provocar que la discusión se vuelva tóxica porque un miembro de la pareja se puede encontrar en el extremo receptor de múltiples acusaciones, por lo que, sin esperanza de resolución, puede recurrir a contraataques", por lo que la discusión no hatá más que empeorar, explica la doctora Helen Odessky, psicóloga clínica, que subraya que es mucho más saludable concentrarse en un tema a la vez, para que ninguno de los dos se sienta abrumado.
2 Caer en el insulto o las descalificaciones
Cuando estas discutiendo y te sientes molesto, se puede caer en la tentación de insultar o descalificar a tu pareja, pero esto solo empeorará la situación. "Cuando una discusión pasa de quejas específicas como 'me molesta cuando no limpias cuando prometiste hacerlo' a declaraciones como llamar a tu pareja 'vaga', entonces la situación se tornará tóxica", explica la doctora Odessky. "Los ataques personales no ayudan a resolver un problema", añade.
3 Amenazar con poner los cuernos
"Amenazar con tener una aventura es extremadamente desestabilizador para la relación y hace un daño terrible a la sensación de seguridad de su pareja", explica la consejera de relaciones Raffi Bilek, directora del Centro de Terapia de Baltimore.
Este tipo de amenazas pueden surgir en momentos desesperados en una discusión, generalmente cuando un miembro de la pareja siente que no recibe suficiente cariño o que no está teniendo suficiente sexo. No obstante, no es nada recomendable sugerir que vas a poner los cuernos pues, lejos de solucionar el problema, empeorará.
4 Amenazar con romper la relación
Similar al caso anterior, también es común amenazar con romper la relación, algo que puede "generar ansiedad en tu pareja incluso después de la pelea", expone Jonathan Benett, experto en relaciones y citas de Double Trust Dating. "A menos que estés realmente listo para terminar la relación, nunca lances esta amenaza en medio de una pelea", recomienda.
Si se ha llegado al punto en el que amenazáis con romper, es mejor dar un paso atrás y calmarse. Acordad volver a reunirnos en unas horas (o al día siguiente) para tratar de arreglar lo que esté mal aunque, esta vez, con la cabeza más fría.
5 Dudar del amor del otro
Es muy importante recordar que, incluso en medio de una discusión, todavía se es una pareja y, pese al puntual desencuentro, el amor es el mismo. Es por eso que decir cosas como "¿A caso ya no me quieres?" nunca es una buena idea.
"Una discusión no debería invalidar el amor en la relación", apunta Bennett. "Al expresar tu propia falta de amor o cuestionar la de tu pareja, estás haciendo un daño increíble a la relación. Es posible amarse y seguir discutiendo. De hecho, tu amor te permitirá superar el desacuerdo".
6 Decirle que "tiene" que hacer algo
A menudo, las discusiones entre parejas giran en torno a lo que uno o ambos no están haciendo en la relación. Pero aun así, nunca ayuda culparse el uno al otro, señalar con el dedo o decir "tienes que hacer esto" o "tienes que hacer aquello". Esto provocará, explica la terapeuta Julie Flanning, una respuesta a la defensiva.
En su lugar, recomienda la especialista, es más positivo decir cosas como "sería más recomendable si hacemos esto", como una forma de decir lo que se necesita, sin decirle a la pareja lo que debe hacer.
7 Usar palabras como "nunca" o "siempre"
Si bien puede parecer que su pareja "nunca" ayuda en la casa, o que "siempre" actúa de forma egocéntrica, es mejor evitar el uso de palabras grandilocuentes y omnipresentes como estas.
"Exagerar te desviará del tema", señala Julie Fanning. Sin mencionar que usar palabras como estas puede hacer que tu pareja se ponga a la defensiva, como una forma de protegerse. Y eso puede hacer que el argumento pase rápidamente de constructivo a tóxico.
8 La idea de "ganar" la discusión
El objetivo de cualquier discusión que tengas con tu pareja no es "ganar", sino llegar a algún tipo de compromiso o de acuerdo y así entenderse mejor. Así que no lo hagas con el objetivo de "ganar". Como dice el Dr. Klapow, "si se decide por ganar la discusión en lugar de resolver el problema, no podrá escuchar ni procesar la información con tanta claridad". Se trata de escucharnos unos a otros y permanecer abiertos.
9 Guardar silencio
Cerrarse durante una discusión o negarse a decir nada en absoluto es una táctica tan perjudicial como inútil. "Si simplemente cierra toda la discusión porque se niega a hacer un esfuerzo por resolver el problema, el mensaje que envía es 'no me importa'", apunta el Dr. Klapow.
Si se deja de discutir del tema en cuestión, será imposible solucionarlo o llegar a un acuerdo. Si el enfado de la discusión hace necesario tomarse un tiempo para bajar la tensión y poner las ideas en orden, es mejor decírselo a tu pareja y después, más calmados, terminar el debate. El silencio como respuesta, por el contrario, solo lo hará todo mucho más tóxico.