El uso de cajeros automáticos para retirar dinero en efectivo es parte de la rutina de millones de personas. Aunque parece una operación sencilla, es importante prestar atención a ciertos detalles, como el manejo de los recibos impresos.
Estos documentos, que suelen presentarse como un respaldo, pueden convertirse en un punto vulnerable para la seguridad financiera del cliente si no se gestionan de forma adecuada.
¿Qué contienen los recibos?
Los comprobantes emitidos por los cajeros automáticos al finalizar una operación incluyen datos sensibles, como los últimos dígitos de la tarjeta utilizada, información sobre la cuenta y, en algunos casos, detalles adicionales que podrían facilitar fraudes si caen en manos de terceros.
Aunque el nivel de exposición parece limitado, los ciberdelincuentes son expertos en aprovechar cualquier descuido para cometer estafas.
Alternativas más seguras
Para minimizar riesgos, una de las recomendaciones más efectivas es evitar la impresión del recibo. Actualmente, la mayoría de los cajeros automáticos y aplicaciones bancarias permiten consultar el saldo y las transacciones en tiempo real, eliminando la necesidad de manejar documentos físicos.
En caso de que sea imprescindible imprimir el comprobante, es crucial destruirlo antes de desecharlo. Cortarlo en pedazos o triturarlo son medidas simples que pueden evitar que personas no autorizadas accedan a tu información.
El caso de los pagos con tarjeta
Cuando se realizan pagos con tarjeta, el comprobante del terminal de punto de venta (TPV) también contiene información clave, como el importe de la transacción y los datos básicos del comercio.
Este ticket puede ser útil para verificar que el cargo realizado coincide con la compra. Sin embargo, una vez confirmado, es igualmente recomendable desecharlo de manera segura.
La clave está en la prevención
La protección de la información bancaria no solo depende de las medidas de seguridad implementadas por las entidades financieras, sino también de los hábitos de cada usuario.
Adoptar prácticas responsables, como evitar imprimir recibos innecesarios o destruirlos correctamente, es una forma efectiva de reducir el riesgo de fraudes y proteger tus finanzas personales.
Al final del día, cuidar los pequeños detalles puede marcar una gran diferencia en la seguridad de tus datos bancarios.
