Mel B, la ex Spice Girl, declaró que después de romper con su pareja sentimental se sometió a una exfoliación vaginal con la que pudo "borrar cualquier rastro de su ex". "Exfoliaron el interior de mi vagina y pusieron un tejido nuevo", declaró la cantante.
Sin embargo, aunque esta tendencia puede parecer atractiva, la realidad es que puede ser más dañina de lo que parece, y actualmente preocupa a los ginecólogos.
Jen Gunter, ginecóloga y autora del libro 'The Vagina Bible' (La Biblia de la Vagina), declara que ninguna mujer debería realizarse una exfoliación vaginal, porque no es necesaria. "La pared vaginal se regenera por sí sola cada 96 horas y sus células cada cuatro horas. Si quieres librarte de cualquier resto físico de un hombre, tu vagina hará todo el trabajo", indicó la especialista.
Además, la doctora recalcó que es una práctica que podría acarrear muchos riesgos para la salud de la mujer que se someta a ella. Alertó, además, de que cualquier rasguño en el tejido vaginal puede dañar su ecosistema y agravar los síntomas de un hipotético Virus del Papiloma Humano (VPH) o de verrugas genitales. Asimismo, también aumentaría la exposición de la mujer a posibles infecciones, ya que es un proceso extremadamente agresivo, se realiza de manera física con cepillado o química con exfoliación.
El peligro de las modas
Sin embargo, Mel B decidió realizarse esta exfoliación poco tiempo después de haber terminado con su expareja, a quien quería eliminar por completo de su vida, ya que había sido una relación caracterizada por abusos y engaños.
"Fui a mi médico y le dije: 'No quiero que la última persona que ha estado en el interior de mi vagina sea ese monstruo'. Entonces me examinó y me explicó que legalmente no podría hacer nada, porque en realidad no necesitaba ninguna operación", declaró la ex Spice en una entrevista.
A pesar de ello, Mel B estaba convencida y le pidió a su doctora que le hiciera la exfoliación vaginal, cosa que ha puesto en guardia a los ginecólogos, que temen que esta práctica se vuelva habitual entre las mujeres, ya que puede acarrear daños severos para la mucosa vaginal, provocando úlceras, dolores en las relaciones sexuales, infecciones o alteraciones del flujo vaginal.
Según el doctor Víctor Martín, jefe de ginecología de la Clínica Cemtro, solo podría justificarse este raspado vaginal desde un punto de vista psicológico, habiendo valorado cada caso concreto y los riesgos y beneficios a los que se expondría la mujer que se lo realice. No obstante, el propio cuerpo se encarga de forma constante de renovar el epitelio vaginal, por lo que es imposible encontrar restos de una relación sexual en semanas o meses posteriores a la misma.