Hace dos semanas os traíamos la noticia de las noticias: Silvia Charro y Simón Pérez, conocidos por hablar con un grandísimo entusiasmo sobre el mundo de las hipotecas, harían un cameo en el mundo del porno con Jordi ENP. Y, aunque sí que comparten cama los tres, en realidad no se trata de una película sino de una entrevista que Jordi ENP ha hecho a los economistas venidos a menos en su canal de Youtube.
"Una entrevista sin censura en la que contarán cosas que no han contado en otros canales", comienza diciendo Jordi ENP sobre sus entrevistados, Silvia Charro y Simón Pérez. Los tres están en ropa interior y comparten cama durante poco más de un cuarto de hora, en donde nos cuentan que se sienten los memes de España pero que lo son "a mucha honra".
La pareja ha cambiado mucho desde que les conciésemos en el famoso vídeo de las hipotecas. Y es que ahora los dos están tatuados y comparten algunos diseños. Cuentan que el primero de ellos se lo hicieron la primera noche que pasaron juntos y fue la frase: "El tiempo lo pone todo en su lugar". Desde esa noche, no se han separado.
También hablan de películas porno y Silvia asegura que consume este tipo de cine desde siempre y que se masturba de vez en cuando porque es necesario. Algo que también hace Simón y que parece ser que hasta practican juntos: "No lo hacemos a escondidas, lo compartimos abiertamente con total confianza. Nos hace crecer como pareja". "Hemos ido a un club liberal pero no nos apeteció, nos marchamos", cuenta Simón en la entrevista. Además, Silvia asegura que no haría películas porno por si lo ven en su familia, mientras que él garantiza que si le dan 1 millón de euros haría lo que fuese y lo emitiría donde fuese.
Viven en una furgoneta
Tras el vídeo de las hipotecas les echaron de sus respectivos trabajos y ahora se dedican a subir vídeos a YouTube. Algo de lo que no se arrepienten porque según cuentan así pueden mostar que son tal cual les vieron en aquel vídeo viral. "En cuestión de siete días pasamos de tener una vidorra a no tener donde caernos muertos. La familia no nos quiere en casa. Mi padre casi no me habla y mi madre me insulta". "Vivimos en un coche, aunque tenemos una casa en Barcelona. Hacemos consultas económicas y doy clases de economía", relata Simón, que a decir verdad es de las pocas veces que deja hablar a Silvia.