Pegida ha hecho gala una vez más del bajo fundamento de sus argumentos, de ideología xenófoba y ultraderechista, al protestar por las nuevas cajas de Kinder Chocolate, esas chocolatinas que todos hemos tomado alguna vez y que en Alemania son prácticamente una institución. Tanto es así, que el grupo lanzó esta semana una protesta racista por la promoción que está haciendo la marca por la Eurocopa, en la cual ha sustituido al niño rubito con ojos claros que lleva apareciendo en las cajas desde hace 30 años (cuyo nombre, por curiosidad, es Günter Euringer) por fotos de los futbolistas de la selección alemana cuando eran pequeños.
"Nada va a detenerlos. ¿De verdad comprarías esto? ¿O es una broma?", escribía el en su página de Facebook el grupo de Pegida de Baden-Wurtemberg, región cercana a Austria y Suiza. Acompañando a la publicación aparecían las cajas de Kinder con las fotos de los futbolistas Jérôme Boateng, de origen ghanés, e Ilkay Gündogan, de origen turco.
Si ya de por sí una protesta racista resulta ridícula y fuera de contexto en cualquier situación, esta de Pegida ha superado todos los límites precisamente por la realidad social de Alemania y porque Kinder, al que toman como patrimonio nacional, no podía ser un producto menos alemán.
1 Los futbolistas son alemanes de pleno derecho
El problema, claro está, es que muchos de los futbolistas que aparecen en las cajas de Kinder no se corresponden con la imagen de niño ario que gusta en Pegida. Alemania tiene una gran base de su población de origen árabe, especialmente de Turquía, así como griegos, precisamente porque fueron empresas alemanas las que promovieron la llegada de mano de obra desde estos países en los años 60 ante la escasez de trabajadores. Esto significa que hoy en día existen descendientes de tercera o cuarta generación, ciudadanos alemanes de pleno derecho, que solo se diferencian por un cabello y una piel más oscuros, en definitiva, por sus rasgos físicos. Algunos de ellos, como ciudadanos normales, han tenido una carrera deportiva de éxito y hoy son aclamados jugadores de la Selección de Fútbol de Alemania.
2 El chocolate Kinder ni siquiera es alemán
Los alemanes se enorgullecen del chocolate Kinder casi casi como de las salchichas, la cerveza, los bretzel, la currywurst o el sauerkraut. De hecho, es una de las marcas más elegidas el día de St Nikolaus, cuando es tradición regalar chocolate. No obstante, si bien es cierto que la marca se creó en 1967 en Fráncfort para el mercado alemán (de ahí su nombre, Kinder, que en alemán significa 'niños'), lo cierto es que es una filial de Ferrero SpA, una empresa italiana. Sí, la misma que la de los bombones de Isabel.
Así lo recordaba un usuario en la publicación, que también apuntaba otro dato que seguramente habrían pasado por alto en Pegida: "Lo primero, Ferrero es una empresa italiana. Lo segundo, ¿de dónde creéis que traen el cacao con el que hacen el chocolate?". Desde luego, dado el clima del país no es factible que procedan de Alemania. De hecho, al consultar la web de Ferrero se descubre que al menos una parte del cacao procede de Ghana, precisamente el país de origen de Boateng. Paradojas de la vida.
3 Tanto Kinder como los usuarios se posicionaron en contra de la crítica de Pegida
Fracaso absoluto si lo que pretendía Pegida era promover el boicot de Kinder por ofrecer una imagen multicultural. Segundos después de la publicación en Facebook los comentarios críticos se sucedían. "¡Cerrad las fronteras y quedáos sin exportaciones y migraciones! Así conseguiréis desempleo y una liga de fútbol local", comentaba un usuario. "Si uno de esos hombres marcase un gol seguro que lo celebraríais", señalaba otro.
En el bando contrario, los simpatizantes con Pegida dejaban escalofriantes perlas de la talla de "¿En Turquía y otros países usan fotos de niños alemanes? Seguro que no" o "Intentan engañarnos para que aceptemos todo tipo de mierda como algo normal".
¿Y qué hizo Kinder en esta situación? En un ejercicio de valentía, se posicionó en contra de Pegida. Una usuaria, Sabine, les felicitó por la nueva imagen de sus cajas con el siguiente comentario, "Una idea muy bonita, qué monos eran todos. Por desgracia, en foros de derechas como el de Pegida BW - Bodensee se han posicionado en contra de esto", a lo que Kinder le contestó que "Desde Ferrero queremos posicionarnos en contra de todo tipo de racismo o discriminación. Tampoco lo aceptamos en nuestras comunidades de Facebook".
Todas estas críticas, sumadas a las recibidas por medios internacionales como The Guardian o la BBC, ha acabado con un final infeliz para Pegida: no solo borraron la publicación sino que además, en este momento, es imposible acceder a la página del grupo de Baden-Wurtemberg. ¿Cuál será su próxima idea de bombero contra la peligrosa multiculturalidad y tolerancia?