Madrid ha sido de nuevo escenario de un delito de odio. En este caso, en pleno centro de la capital y contra un joven que simplemente vestía una prenda: un polo con la bandera de España.
Los hechos ocurrieron a las siete y media de la mañana del sábado 3 de junio, en la plaza de Juan Pujol situada en el barrio de Malasaña, una de las zonas de fiesta más emblemáticas de la capital. El joven de 18 años caminaba por la calle junto a dos amigas cuando una pandilla de cuatro personas comenzaron a gritarle en tono de mofa: "¡Viva Espapaña!" (sic). A todo ello, el joven decidió responder con la siguiente frase: "¡Viva!".
Esta respuesta sacó de sus casillas a los integrantes del grupo que, sin ningún tipo de pudor, corrieron hacia la víctima y comenzaron a asestarle golpes por todo el cuerpo. Por el simple hecho de llevar un polo con la bandera de España, el joven vio cómo le rompían la nariz y comenzaba a sangrar.
Ante la gravedad de los hechos, el Samur-Protección Civil tardó tan sólo cinco minutos en acudir al lugar de los hechos y atender al joven, que continuaba con la hemorragia. Por ello, los efectivos de Emergencias le ofrecieron la posibilidad de acudir a un centro hospitalario y de acompañarle a una comisaría para interponer la consiguiente denuncia.
Poco después, los agentes de la Policía Nacional conseguían detener en las inmediaciones a los cuatro presuntos autores de la paliza, que fueron trasladados a las dependencias de la Brigada Provincial de Información, en Moratalaz, para proceder al correspondiente interrogatorio y tomar las medidas oportunas.
Los cuatro supuestos agresores contaban con edades de 23, 27, 28 años; así como un menor de edad de tan sólo 17. Los agentes han podido comprobar que uno de ellos ya contaba con antecedentes por los mismos hechos que ahora se repiten.
Aumentan los delitos de odio
Los delitos de odio están aumentando de manera destacada en la capital. Entre los años 2014 y 2016, en la Comunidad de Madrid se han multiplicado este tipo de agresiones por cinco.
En total, en 2014 se registraron 10 en la capital, 3 en 2015 y 51 en 2016. Prácticamente todos ellos suceden en el centro, ya que el año pasado tan sólo dos de las denuncias interpuestas por estos motivos se localizó en alguna de las comisarías de la zona periférica de la ciudad.
Junto con el aumento de los delitos de odio, también se ha incrementado la actuación de la Policía. En 2015 hubo nueve detenidos, dos en 2015 y 33 en 2016, año de mayor repunte, entre los que hubo seis menores de edad.
2016 fue con diferencia el peor año para este tipo de situaciones. La capital fue el escenario de una agresión homófoba o transfóbica cada dos días durante dicho período, una situación que llevó al Ayuntamiento encabezado por Manuela Carmena (Ahora Madrid) a formar a los agentes de la Policía Municipal para que supiesen cómo actuar cuando suceden este tipo de situaciones.