Pedro Sánchez recibe a Quim Torra este lunes en el Palacio de la Moncloa, en el que será la primera visita de un president catalán desde que Carles Puigdemont se reuniera con Mariano Rajoy en 2016. Dos años en los que el conflicto entre Cataluña y España ha llegado a un situación extrema, con el referéndum del 1 de octubre, la aplicación del 155 y la encarcelación o huida de los principales líderes del procés como momentos más destacados.
Ahora, con el PSOE en el Gobierno, la intención del nuevo Ejecutivo es rebajar la escalada de tensión a la que se ha llegado y recuperar el diálogo. De hecho, Pedro Sánchez se marcó como objetivo prioritario concretar una reunión con Torra lo antes posible. El trabajo en la sombra de la ministra de Política Territorial Meritxell Batet y de la portavoz Isabel Celaá lo han hecho posible.
El objetivo, aprovechar la crisis interna entre el independentismo
El encuentro entre presidente y president llega en un momento difícil para el independentismo. La dura respuesta del Estado al referéndum creó una ruptura entre el secesionismo, que se dividió en varios bandos.
Por una parte, está el 'ala dura', comandada por Puigdemont y en la que podría situarse Torra, aunque este último haya rebajado su postura al liderar el Govern. Este es uno de los principales motivos por los que desde el PSOE se valora positivamente la reunión. A pesar de gestos o palabras que hayan podido incomodar al Gobierno central, el actual president no se ha saltado la legalidad.
No obstante, tiene que hacer frente a un sector más moderado del independentismo, que se encuentra tanto en la cúpula ERC como en la del PDeCAT, que intentan que Torra trate con Sánchez asuntos más allá del referéndum o la libertad de los presos para mejorar la situación en Cataluña.
En Moncloa desconocen cuál será la actitud del político catalán, pero tienen claro que Pedro Sánchez escuchará todas las propuestas y se mantendrá cauto a la hora de negociar. Prefiere que esta primera charla sea una toma de contacto. Si todo va bien para sus intereses, ofrecerá progresivamente la autonomía de la que ha sido despojada Cataluña durante los últimos meses. Si continúa la vía rupturista, la respuesta será dura.
Una vez se reúna con Torra, el presidente del Gobierno tiene previsto hacer lo propio con el candidato popular que salga elegido y con Albert Rivera, socios del 155, para comentarles y discutir su plan de acción.