El pasado 4 de marzo Pedro Sánchez intentaba ser investido presidente por segunda vez. Segunda vez, y segundo fracaso. Ha tenido que pasar casi un mes para que, tras muchos cruces de acusaciones y especulaciones sobre las negociaciones, los líderes del PSOE y Podemos se sentaran para intentar desbloquear la situación actual de España, sin Gobierno desde hace 100 días.
La formación de un Gobierno de izquierdas (y 'del cambio') ha sido uno de los objetivos más perseguidos desde las elecciones del 20D. Los 'pactómetros' se han multiplicado durante los últimos meses tratando de dar con la fórmula exacta, el equilibrio perfecto entre alcanzar la mayoría necesaria en el Congreso sin decepcionar a la ideología del partido y sus votantes. La suma de los votos de PSOE y Podemos no es suficiente para salir adelante sin el apoyo de otras fuerzas como Ciudadanos o los nacionalistas, pero el cruce de vetos y líneas rojas entre partidos ha impedido alcanzar un acuerdo de Gobierno.
Durante estas semanas que se han sucedido desde las votaciones de investidura estos reproches han continuado con una base firme: el PSOE ponía por delante su acuerdo con Ciudadanos, aro por el que el partido de Pablo Iglesias no estaba dispuesto a pasar. Sin embargo, las vacaciones de Semana Santa parecen haber calmado los ánimos y en la reunión mantenida este martes entre Pedro Sánchez y Albert Rivera las posturas se relajaron. Aunque ambos insistieron en que su pacto seguía en pie, se mostraron abiertos a aceptar aportaciones de Podemos e incluso Sánchez contempló la posibilidad de ofrecerle carteras ministeriales al equipo de Iglesias.
Se habla mucho de un posible 'pacto a la valenciana' con Ciudadanos, donde gobiernan los socialistas, Compromís y Podemos, algo que Errejón ahora no descarta del todo: "a lo mejor Albert Rivera y Ciudadanos deciden que quieren formar parte del acuerdo y darle una oportunidad". Eso sí, los naranjas no se muestran tan favorables: "Ciudadanos no va a estar compartiendo un Gobierno tripartito con Podemos", afirmó José Manuel Villegas, portavoz de las negociaciones.
Sánchez e Iglesias se han encontrado a las 10:30 horas para enfrentarse a su primera reunión desde hace semanas. Han llegado al Congreso, en lugar del bar al que en principio iban a acudir, con una actitud relajada y después de que Iglesias hiciera uno de sus ya habituales regalos, el libro 'Historia del baloncesto en España', dedicado en la primera página con un "es bueno empezar por lo que nos une".
Pablo Iglesias: "Renuncio a estar en el Gobierno si es necesario"
El líder de Podemos ha sido el primero en comparecer ante los medios tras la reunión con Sánchez, la cual ha afirmado que "se ha producido en un tono muy cordial" y en la que han tocado también temas como sus gustos literarios, las primarias de EEUU y la situación en Europea. Iglesias sigue defendiendo un "gobierno a la valenciana progresista", pero ha querido hacer un anuncio importante: si su presencia en dicho gobierno es un impedimento para que salga adelante, renuncia a su puesto en ese gobierno. Esta decisión ha venido en respuesta a que Pedro Sánchez ha expresado cierto malestar en las filas del PSOE ante la posibilidad de que Pablo Iglesias esté en un gobierno.
Iglesias afirma que en Podemos quieren que haya un gobierno que cambie la metodología del Partido Popular y que confía en la validez y la formación de sus compañeros de partido para ocupar puestos de importancia, aunque ha rehusado poner nombres sobre la mesa. Eso sí, desde Podemos siguen considerando lo más lógico que la segunda fuerza de un gobierno de coalición ocupe la Vicepresidencia, siguiendo el modelo valenciano. De este modo, Iglesias acalla las acusaciones de 'protagonismo' de sus detractores.
En cuanto a Ciudadanos, Pablo Iglesias ha manifestado su disposición a reunirse con Albert Rivera y hacerle ver la necesidad de que su partido permita "por activa o por pasiva" la "vía del 161", la formada por PSOE, Podemos, Compromís e Izquierda Unida-Unión Popular. Para afrontar el otro gran escollo, la cuestión independentista, Iglesias ha propuesto, con el beneplácito de Sánchez, que los catalanistas hagan llegar a los cuerpos negociadores algunas de sus sugerencias para saber si podrían ponerse de acuerdo con los socialistas.
Por último, el líder de Podemos dice que se "arremanga la camisa" y se pondrá al frente del equipo de negociación para proseguir el "diálogo" con el PSOE, ante lo que "hay voluntad mutua" por ambas partes.
Pedro Sánchez: "Hoy estamos más cerca del gobierno del cambio que de repetir las elecciones"
En su comparecencia, el líder del PSOE ha confirmado que el tono del encuentro ha sido cordial y ha agradecido el cambio de actitud entre ambos. Sánchez destaca que ha encontrado con Iglesias dos grandes objetivos en común: el primero de ellos es el rechazo a que se produzcan nuevas elecciones y, en segundo lugar, ha afirmado que desean "poner fin al gobierno de Mariano Rajoy". De este modo, el líder socialista cree que "hoy estamos más cerca del gobierno del cambio que de repetir las elecciones".
No obstante, Pedro Sánchez opta por la "vía del 199" (mediante los votos de PSOE, Podemos, Compromís, Ciudadanos y Coalición Canaria) frente a la del 161. A él le encantaría formar un gobierno de izquierdas pero cree que "no suma" y que solo es posible mediante un pacto tripartito con morados y naranjas, y como tal asume la responsabilidad de alcanzar un acuerdo: "los españoles hablaron muy claro diciendo que teníamos que entendernos las distintas formaciones políticas que representábamos el cambio".
Hacia ese camino se ha mostrado optimista, de modo que considera que "la noticia es que Podemos ha dicho sí a entrar en una negociación con PSOE y Ciudadanos". Para ello, propone que se sienten en una "mesa de diálogo a tres" en la que encuentren las medidas que son comunes a sus partidos para identificar los puntos que les unen y que les pueden llevar al Congreso.