La ausencia de partidos de extrema derecha en las instituciones y el asunto de la inmigración en un segundo plano frente al desafío catalán o la corrupción; han servido para que Sánchez reivindique ante la ONU que nuestro país "no se ha dejado radicalizar por la xenofobia".
A pesar de que algunas acciones del presidente han desatado pequeños conatos en este sentido, el líder del Ejecutivo aprovechaba la primera intervención en el foro de la Asamblea General de la ONU para reivindicar esta realidad, en el primer discurso de España ante los asistentes tras cuatro años de ausencia de Mariano Rajoy.
Ante estas premisas, Sánchez ha recalcado: "España ha sufrido los embates de la crisis económica como pocos en Europa. Pese a ello, la inmensa mayoría de la sociedad española jamás ha dado la espalda al drama migratorio. Me siento orgulloso de ello. De una sociedad que no se ha dejado radicalizar al calor del discurso xenófobo y basado en la cultura del miedo al diferente".
El presidente ha utilizado varios argumentos para justificar sus palabras durante todas las ocasiones en las que ha sido preguntado sobre por qué en España no ha germinado la semilla que florece en Francia o Italia: "Fuimos un país de emigrantes y de refugiados también". Sánchez se encuentra a la espera de la firma del pacto mundial por una migración segura, ordenada y regular, que se firmará en Marrakech en diciembre, y ha apostillado: "Frente a la imagen de países fortaleza, de narrativas excluyentes y xenófobas, reivindicamos las ideas de solidaridad, humanidad y respeto".
"Debemos dar herramientas a los medios de comunicación para combatir los discursos del odio"
El presidente ha reivindicado durante su alocución una política de lucha contra el sectarismo de la ultraderecha y contra las mafias que se están aprovechando de la cuestión migratoria al margen de las leyes.
"Debemos invertir en educación, en la juventud, en adoptar un enfoque adecuado e integrador en la cuestión migratoria y dar herramientas a los medios de comunicación para combatir los discursos del odio y luchar contra los estereotipos resultan esfuerzos esenciales", insistió.
Por último, el líder del Ejecutivo ha reivindicado la necesidad de fomentar un discurso más feminista y reivindicativo en el seno de la ONU: "Debemos erradicar todas las discriminaciones que todavía sufre la mujer, ya se llame violencia de género, trata de mujeres o mutilación genital". En este sentido, Sánchez ha puesto a su Gobierno como ejemplo, reivindicando la "presencia de un 60% de mujeres para liderar desde el ejemplo".
Sin embargo, tras su encuentro con Trump y en mitad del denominado 'alt right', es decir, la extrema derecha xenófoba que ya lidera Estados Unidos o Hungría; Sánchez ha terminado dedicando la siguiente frase de León Felipe: "Lo que importa no es llegar solos y los primeros, sino llegar todos juntos y a tiempo".
