La historia es, cuanto menos, surrealista. Según relata la web 'Mashable', un ciudadano chino tenía previsto recorrer en bicicleta los 2000 kilómetros que separan la ciudad de Rizhao de la de Qiqihar con el fin de llegar a tiempo a su ciudad natal para la celebración del 'Año Nuevo chino', puesto que no contaba con el dinero suficiente para tomar un tren.
Sin embargo, cuando el hombre se dispuso a tomar su bicicleta y partir hacia el norte, donde se encontraba su destino, parece que no tuvo la brillante idea de contar, al menos, con un mapa.
Según ha relatado, empezó a pedalear hacia donde creía más conveniente, y siguiendo una indicaciones que, según pensaba, era las correctas. Pero no, no lo eran. En concreto, este ciudadano chino recorrió una distancia de 500 kilómetros, pero en dirección contraria, hacia el sur. Durante toda la travesía, una distancia aproximada entre Madrid y Málaga, el hombre no se paró a preguntar a nadie, ni consultó ningún mapa o dispositivo con GPS.
Sin embargo, en plena carretera, la policía le paró de repente para avisarle de que estaba circulando en una vía en la que no estaba permitido. Cuando le preguntaron a dónde se dirigía.... el hombre tuvo que llevarse una sorpresa que no fue especialmente grata. Pensémoslo bien, ¿a quién se le ocurre dirigir una bicicleta durante 500 kilómetros sin una dirección concreta?
Según parece, la gente al final terminó compadeciéndose del disgustado hombre y , en vez de hacerle pedalear otros 2.500 kilómetros más, decidieron pagarle el billete de vuelta. Todo un gesto de solidaridad.