El Gobierno continúa en su avance para diseñar el modelo que aplicará para implantar el pago por uso en vías de gran capacidad. Mientras tanto, surge la duda entre muchos conductores sobre cómo se aplicará esta medida: ¿habrá que pagar por desplazarse por carreteras de circunvalación como la M-30 en Madrid o la B-10 en Barcelona?
En principio, el Gobierno tiene únicamente la intención de gravar la circulación por vías de gran capacidad interurbanas, lo que dejaría fuera de los planes a las carreteras de circunvalación o cualquier vía interurbana convencional, una opción que se dio a entender en un principio que estaba sobre la mesa, pero que después negó el Ejecutivo.
La posibilidad de cobrar peajes para acceder a las grandes ciudades es algo ya contemplado. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana incluyó en las conclusiones del proyecto de Ley de Movilidad que "respecto a la implantación de peajes urbanos para acceso a las ciudades, parece haber más consenso sobre su implantación. En general, las propuestas a favor consideran que deben tenerse en cuenta las características del vehículo, su ocupación y/o era nivel de congestión y contaminación".
Precisamente, los peajes urbanos cuentan con apoyo del sector confesional y académico. La consultora ATKearney publico que reducirían los atascos entre un 30 y un 50% en las horas punta de los días laborables, lo que redundaría en un impacto estimado por ahorro de tiempo que no se perdería en estos embotellamientos de 70.000 millones de euros en 25 años. Esta medida ya está implementada en otras ciudades europeas.
Empleo de autovías
Otra cuestión que se plantea es el uso de autovías nacionales para acudir a los puestos de trabajo, lejos de los accesos urbanos. Sobre esta cuestión, el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, explicó: "Las personas que tienen que usar esas vías porque no les queda otra para ir a estudiar o trabajar y tienen que ir frecuentemente en el día, es evidente que no tienes por qué gravarlas".
Sin embargo, el ministro añadió que "la circulación por estas vías les hace ser más competitivos en su actividad, ya que se benefician del nivel de las infraestructuras". En este sentido, aseguró que hay "diferentes tecnologías" y varias propuestas que permitirán poner en práctica esta discriminación.
Alemania ya intentó aplicar la medida con sus conductores nacionales, a los que gravaba los peajes y después devolvía con deducciones de impuestos; mientras que los extranjeros realizaban el pago efectivo de dichas tasas. La medida generó gran rechazo entre los países vecinos, especialmente Austria, que recurrió al TJUE y le dio la razón.
Sin embargo, en España existen casos como la AP-9 en Galicia, en la que el Gobierno aprobó el pasado mes de julio un esquema de ayudas de este tipo para que los conductores que tengan que utilizarla de formad frecuente puedan acudir a sus puestos de trabajo.