El patriarca de Moscú, Kirill, ha justificado la guerra en Ucrania: "¿La invasión de Ucrania? Es correcto luchar, es una guerra contra el 'lobby' gay", ha afirmado, tal y como recoge el diario Il Corriere della Sera. En un sermón pronunciado el pasado domingo 6 de marzo, justificó la guerra utilizando los argumentos del Kremlin que afirman que "durante ocho años ha habido intentos de destruir lo que existe en el Donbas".
El líder de la Iglesia ortodoxa se refiere a la zona ucraniana donde se asientan dos autoproclamadas repúblicas prorrusas "donde hay un rechazo fundamental a los llamados valores que hoy son ofrecidos por quienes se reclaman el poder mundial".
A juicio de Kirill, "hoy existe una prueba de lealtad a este poder, una especie de transición a ese mundo 'feliz', el mundo del consumo excesivo, el mundo de la 'libertad' visible. ¿Sabes cuál es esta prueba? Es muy simple y a la vez terrible: es un desfile gay", afirma.
El líder de los ortodoxos rusos considera una auténtica abominación que las personas homosexuales puedan reivindicar sus derechos en público: "Las solicitudes para realizar un desfile gay se consideran una prueba de lealtad a ese mundo, tan poderoso y sabemos que si las personas o los países rechazan esas solicitudes, se quedan fuera de ese mundo. Esto quiere decir que se trata de imponer por la fuerza un pecado condenado por la ley De Dios, y por lo tanto, obligar a las personas a negar a Dios y su verdad".
"La salvación humana"
El patriarca de Moscú asegura que "lo que está pasando hoy en día en las relaciones internacionales no solo tiene un significado político. Estamos hablando de algo diferente y mucho más importante que la política. Se trata de la salvación humana, hacia dónde irá la humanidad", recalca.
Y, a continuación, añade: "Seremos fieles a la palabra De Dios, seremos fieles a su ley. Nunca toleraremos a los que difuminan la línea entre la santidad y el pecado y más aún a los que promueven el pecado como ejemplo o como uno de los modelos del comportamiento humano".
"Hoy nuestros hermanos en Donbas, los ortodoxos, sin duda están sufriendo, y solo podemos estar con ellos, especialmente en la oración", concluyó Kirill. Al mismo tiempo, añadió que "debemos orar para que La Paz llegue cuanto antes, para que la sangre de nuestros hermanos y hermanas se detenga, para que el Señor incline su misericordia sobre la tierra suficiente del Donbas".
En 2018 se produjo una ruptura que llevó a la creación de la Iglesia ucraniana. Dentro de Ucrania, la situación es compleja: la mayor parte de los 41 millones de ucranianos son ortodoxos, pero están divididos en tres sectores: el vinculado al patriarca de Moscú, el de la nueva Iglesia nacional de Ucrania y el constituido autocéfalo con anterioridad en la diáspora. El país también cuenta con una importante minoría católica, de rito no latino pero unida a Roma, que llega hasta el 10% de la población.