Se ha hablado largo y tendido de los problemas que pueden conllevar las pastillas anticonceptivas para mujeres; además de cambios de humor, y desajustes hormonales, hay mujeres que pueden acabar teniendo coágulos debido a los ingredientes de la píldora. Desgraciadamente, y pese a lo mucho que se habla de estos efectos secundarios, no se están tomando medidas para prohibirlas o, al menos, investigarlas un poco más y tratar de conseguir una fórmula mejor, que no dañe la salud de las mujeres que las toman.
El veintiséis de agosto del año pasado, Abbey Parkes falleció por un fallo cardíaco en su casa, en Reino Unido. En un primer momento, no se supo exactamente qué era lo que le había sucedido; tras diversas investigaciones, se averiguó que Parkes sufría un trastorno de hipercoagulabilidad llamado factor V Leiden, que es hereditario.
Según el informe oficial de la autopsia, la chica murió "de una complicación de la terapia con medicamentos anticonceptivos", que se complicó aún más debido al trastorno que ella ya sufría de por sí, y cuya existencia desconocía. La muerte de esta joven no fue algo que viniera sin más; quince días antes de su fallecimiento, ella misma acudió al médico para informar de que tenía dolores en el pecho. No obstante, los médicos no supieron ver que la causa de estos dolores iba más allá de algo muscular.
Ahora mismo, su madre tiene que someterse a algunos exámenes para ver si su hija heredó de ella esa condición o no. No obstante, este trastorno no le hubiera llevado a la muerte de una forma tan rápida si a este no se hubieran sumado todos los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas. Quizás es el momento de revisar estos fármacos, y ver exactamente qué es lo que provocan en el cuerpo humano.