"Les dices que vas a ver a una amiga, yo soy de Palermo capital", así quedaba con una menor de 11 años un hombre de 29 en Buenos Aires (Argentina), pero no sabía que en realidad estaba hablando con el padre de la pequeña.
Germán Acosta es quien envió mensajes a la niña a través de WhatsApp. Lo hizo al azar, ya que según explica el padre de la niña, Walter Rodríguez, estos sujetos suelen probar a hablar a cualquier persona y cuando saben que se trata de un menor comienzan a acosarle. Esto es lo que hizo el pederasta, pero no se esperaba que Priscila avisase a su madre de que alguien le estaba enviando mensajes de contenido sexual.
La madre siguió el juego al pederasta, que le preguntó si era virgen, le envió imágenes desnudo y le pidió a la menor que le pasase fotos en ropa interior. La madre alertó al padre de que un hombre estaba chateando con su hija y este comenzó a hablar con el acosador hasta que acordaron un encuentro. "Primero me citó en su casa y yo le dije que sí, obvio, porque le iba a matar. Me abría la puerta y yo le mataba", relata Walter Rodríguez al canal de televisión argentino TN. Sin embargo, a última hora, el pederasta le citó en una calle el pasado 10 de febrero. Y cómo no, el padre acudio a la cita. Cuando llegó al barrio porteño de Villa Crespo supo enseguida quién era Acosta y fue directo a pegarle una paliza: le dio puñetazos en la cara y en el cuerpo y después llamó a la policía.
El acosador, en libertad
Mientras las autoridades llegaban, Walter Rodríguez fotografió al joven y subió el contenido en su página de facebook. Además también compartió la conversación que mantuvieron a través de WhatsApp antes del encuentro e imágenes de la calle en la que vive Acosta.
Los dos hombres tuvieron que declarar ante la justicia. El padre de Priscila está acusado por un delito de lesiones y Acosta por un delito de grooming (que un adulto se gane la amistad de un niño con la intención de abusar sexualmente de él). Walter Rodríguez aseguró en TN que en su declaración ante el juez contó "todo como fue" y que además presentó capturas de pantalla de la conversación. A pesar de las pruebas aportadas, Acosta sigue en libertad y los dos tienen que volver a declarar.