¿Pasarías 30 días encerrado, sin interacción humana y en completa oscuridad? Es el reto que aceptó Rich Alati, un jugador de póker de Las Vegas que apostó 100.000 dólares con su compañero de juego, Rory Young, si conseguía cumplir el insólito desafío.
El pasado 21 de noviembre los dos amigos acondicionaron el baño de una casa en Henderson, Nevada, y lo sellaron para que no entrara ni un rayo de luz. Antes de comenzar su aislamiento, Alati visitó varias veces el lugar en el que pasaría el próximo mes de su vida para memorizar cada elemento y aprender a situarse mejor en la estancia.
Sin teléfono, televisión, radio ni música que hiciera más amenos los días, solo pudo llevarse una bola de masaje, aceites para el baño y una esterilla para hacer yoga. Precisamente, fue el yoga lo que le permitió sobreviviren su encierro durante un mes ya que su día a día consistía en dormir entre 6 y 12 horas y seguir una rutina estratégica basada en la meditación.
La experiencia no fue nada fácil
En una entrevista a The Action Network explica que sufrió fuertes alucinaciones e incluso se imaginaba ventanas, el cielo y hasta trenes donde no había nada. "Cuando veía la habitación llena de burbujas blancas me decía a mí mismo 'sé que esto no es real, pero voy a aceptarlo' y tuve una divertida fiesta de burbujas".
Además de no tener ningún tipo de contacto con el mundo exterior, a Rich Alati le suministraban la comida en diferentes horarios para que perdiera la noción del tiempo y no veía los alimentos hasta que los probaba.
Finalmente, la hazaña finalizó a los 20 días pero no porque Rich se rindiera si no porque su compañero se negaba a tener que pagarle la cantidad acordada y le propuso poner fin a la apuesta con una cantidad de 62.000 dólares.
La aventura de Rich ha quedado documentada ya que una productora se interesó en el reto e instaló cámaras en el baño que grabaron su rutina diaria durante los 30 días de su vida en un baño.