La detención de dos niños de 13 y 15 años en Castro Urdiales por el asesinato de su madre ha copado la actualidad durante la última jornada. Ambos fueron sorprendidos por los agentes de la Guardia Civil después de haber escapado de su vivienda y tras el asesinato de su madre adoptiva, cuyo cuerpo encontraron los agentes maniatado y amordazado, con signos de violencia.
El hermano mayor, de 15 años, ha confesado el asesinato de su madre. La declaración completa del menor ante la policía, según publica 'En boca de todos', de Cuatro, estremece por completo. "Ayer llegaron los resultados de las notas y mi madre al verlas, empezó a insultarme y me pegó con la mano en la cara. Me dio un ataque de furia, cogí un cuchillo de la encimera y se lo clavé en la cabeza varias veces. Después, le tapamos la cabeza con una bolsa para no seguir manchando", ha afirmado ante la policía.
Me dio un ataque de furia, cogí un cuchillo de la encimera y se lo clavé en la cabeza varias veces
El menor de 15 años ha proseguido con el testimonio para afirmar que sus progenitores le "reñían por las notas, me insultaban y pegaban", algo que ha achacado a su madre, pero también a su padre. "Me agredían con tortazos y zapatillazos en el brazo", ha continuado.
En su confesión del asesinato, también ha afirmado que su madre le comentaba que no servía para nada y le espetaba insultos como "inútil" o "gilipollas". También ha señalado que las agresiones eran habituales, sin embargo, habían crecido durante los últimos tiempos.
Según la investigación a la que ha tenido acceso Antena 3 Noticias, el menor de 15 años habría apuñalado a su madre con ayuda del más pequeño. Después, la habrían desnudado para intentar limpiar el rastro de sangre. Y terminaron yendo a una panadería para desayunar, donde compraron unas palmeras de chocolate después de tirar la ropa ensangrentada a un contenedor.
Los vecinos relatan que "tenían peleas constantes y la madre salía a gritar al niño"
La discusión previa al brutal asesinato de su madre habría comenzado a las 17:30 horas, al regresar del colegio. Los vecinos han relatado, en declaraciones a laSexta Noticias, que en la vivienda "tenían peleas constantes y la madre salía a gritarle al niño y a veces le agredía en la urbanización".
También han relatado que "no solían salir mucho y no tenían vida social". Sobre esta cuestión también se ha pronunciado una persona que los conocía, que ha señalado que "no les dejaban tener un teléfono" y que en todo momento sus padres llevaban a los menores en coche y los dejaban en la puerta.
Por el momento, tanto la alcaldesa del municipio como la Consejería de Educación niegan que hubiese ningún expediente abierto o denuncia relacionada. Sin embargo, el diario El Debate señala que el adolescente de 15 años y autor confeso de este crimen habría denunciado todo lo ocurrido hacía dos años en su instituto, que supuestamente se habría solucionado con una reunión desde las autoridades escolares.
"Un escenario violento"
No es la única versión sobre lo ocurrido. Los agentes que intervinieron en el caso han relatado, como apunta el periodista Alfonso Egea, que encontraron "un escenario violento, limpiado de forma muy torpe, con refregones. Una cocina con evidentes signos de violencia y manchas".
El menor de los hermanos, de 13 años, "es testigo, pero también colaborador", señala Igea, que "ayuda al hermano, ayuda a limpiar, ayuda a bajar el cuerpo al garaje".
El periodista ha relatado, además, la impresión de la Guardia Civil cuando le detuvieron: "La frase que a mí me trasladan es: 'El crío estaba enajenado, estaba alucinando". Y señala que "se quedó paralizado, el crío de 13 años en cuanto ve a los primeros policías, ahí se acaba todo, se para, se queda congelado e inmediatametne cuenta lo que ha ocurrido".
