El paro ha registrado una bajada de 340.700 personas en el segundo trimestre de este año, lo que constituye un descenso del 1,5% y consigue bajar de la barrera psicológica de los cuatro millones de parados por primera vez desde el 2008, año del estallido de la crisis.
La bajada es histórica por ser el dato más fuerte desde que comenzó a registrarse el desempleo, en 1964, según la Encuesta de Población Activa (EPA). La tasa actual se sitúa en el 17,22%, muy lejos del 26% que se registró en las peores épocas del crack económico.
A pesar de la estacionalidad de los trabajos, ya que el aumento del turismo provoca tradicionalmente la creación generalizada de empleos temporales en las zonas más turísticas del país, la bajada ha sido un 8% más acusada que en el trimestre anterior, lo que implica un refuerzo del mercado laboral en España.
El mayor refuerzo se ha registrado en el sector privado, aunque el anuncio de nuevas convocatorias de empleo público (se crearán un millón de plazas durante la próxima década) prevé que la bajada sea más generalizada.
A pesar de todo, en España aún quedan 3,9 millones de personas sin trabajo, un 17% de paro que nos aleja enormemente del paro técnico, situación ideal y que se aplica a aquellos mercados laborales que cuentan con una tasa por debajo del 3%.
El sindicato UGT ya se ha pronunciado sobre este hecho y ha criticado en Twitter que el empleo creado es "temporal, de baja calidad y de bajos salarios", así como ha instado a "aumentar oportunidades de empleo, para desempleados mayores de 50 años y para los más jóvenes", tal y como han rezado en un comunicado.
El mercado laboral español nunca ha bajado del 11%, cifra alcanzada durante el Gobierno de José María Aznar, en plena burbuja inmobiliaria y en un momento en el que el desastre económico era inminente.
No todo es positivo
Los datos muestran una mejora del mercado laboral español, líder europeo tradicional en desempleo. Pero no todo es positivo.
A pesar de que el país ibérico lidera la bajada del paro, nuestro país continúa siendo el segundo con más desempleados de Europa, únicamente superado por Grecia, con una situación económica muy precaria. Además, se da la paradoja de que el paro en la Eurozona, nuestro entorno económico, registra casos como el de República Checa (3%), Alemania (3,9%) o Malta (4,1%).
Por otro lado, los sindicatos critican que el empleo que se está creando es de baja calidad, temporal y con unos sueldos precarios. El sueldo habitual en nuestro país no llega a los 1.000 euros netos al mes, una cifra que se consideraba ínfima en los años previos al estallido de la burbuja.
Una situación que se intentó revertir con un pacto salarial entre CCOO, UGT y la patronal CEOE, y que finalmente se dio por "muerto" ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo.
