París ha delimitado el tránsito de vehículos en las calles adyacentes de 168 centros escolares de la capital francesa. "París respira" o "Calle de las escuelas", son algunas de las frases que se pueden leer en los letreros que cortan el paso a los coches que ya no pueden circular por las carreteras, en un sistema que busca brindar seguridad a los alumnos y luchar contra la contaminación del aire. El espacio recuperado, además, permitirá recuperar el medio ambiente de la ciudad, espacios para el recreo de los menores y el paseo de los ciudadanos.
La iniciativa se ha ido aplicando desde el año 2020 y consiste en la peatonalización de los caminos situados alrededor de las escuelas infantiles y primarias. Están destinados a asegurar el viaje de los menores entre sus viviendas y el aula, pero también a reducir la contaminación que sacude la capital.
This year, cars will be banished from streets around 168 schools in the #Paris area—students and parents can access them on foot or by bicycle. pic.twitter.com/OrvS5CKpGB
— Taras Grescoe (@grescoe) August 29, 2022
Se están instalando barreras de paso cuando se puede adoptar esta posibilidad, mediante las cuales se impide el paso de vehículos que no están permitidos, pero que se pueden desmontar para actuaciones de emergencias, como la actuación de una ambulancia o una patrulla policial.
En el caso de que la zona a cercar se encuentre próxima a un aparcamiento cercano o a una necesidad de reparto, por la que no se pueda personalizar el carril, no se aplicará la instalación de barreras. En dicho caso, solo podrán circular determinados vehículos a velocidad de peatón. Será acceso a aparcamientos en el carril, repartos a comercios situados en el carril... Los peatones tienen prioridad en todo el carril.
Además, algunas de las denominadas 'calles escolares' se han podido beneficiar de un programa de desarrollo específico con la creación peatonal en pavimento despejado, amplios espacios verdes en el suelo o incluso plantaciones de árboles cuando ha sido posible. Con estos desarrollos, que afectan a 16 vías, señala el Consistorio, se ha contribuido también a combatir la creación de islas de calor propias de las grandes ciudades.
Madrid y Barcelona, dos visiones contrapuestas
Madrid y Barcelona representan dos visiones contrapuestas a la hora de importar esta misma política en las dos ciudades con mayor tamaño de España, puesto que la primera está dejando de lado este tipo de políticas y la segunda sí ha apostado por aplicarlas.
En el caso de la capital, el principal partido de la oposición, Más Madrid, se ha enfrentado al Ayuntamiento (liderado por una coalición de PP y Cs) para que acceda a incluir 131 calles escolares seguras y saludables en 2022, una por cada barrio de la ciudad.
Esta formación señala que ya consiguió que la Ordenanza de Movilidad incluyera la definciión de calle y camino escolar como cortes de trafico a entrada y salida de centros o peatonalizaciones permanentes, limitaciones en calles escolares y aledañas a 20 km/h como velocidad máxima o la pacificación de las zonas cercanas a los centros educativos.
"En Madrid no hay manera de lograr que se realicen cortes temporales, actualmente solo se hace uno junto al CEIP Roma, en el distrito de Retiro y que proviene de nuestro mandato", explica Rita Maestre, líder municipal de Más Madrid. "Cortar el tráfico es sencillo y solo hace falta voluntad política, pero el Goiberno de Almeida, con su concepto arcaico de la seguridad vial y la poca importancia que otorga a la pacificación de los entornos escolares y mejora de los accesos a los colegios, no está dando respuesta a las peticiones de las comunidad educativas ni cumplimiento de su propia Ordenanza de Movilidad".
Ante la falta de espacios de este tipo para los escolares, el movimiento Revuelta Escolar ya llevó el pasado 6 mes de mayo de 2022 una demanda de espacios seguros y libres de coches en el entorno de las escuelas de la ciudad. Fue una protesta que se concentró sobre todo junto al Ayuntamiento de Madrid y la Puerta de Alcalá, además de ser secundada por varios centros.
Este movimiento, que nació en Barcelona en diciembre de 2020 y reclama más espacios peatonales en torno a los colegios, se está implementando fuertemente en Madrid. El primer viernes de cada mes, las las Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) y las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de diversos centros de la capital suelen organizar cortes de tráfico a la salida de los colegios para demandar mayor seguridad para sus hijos.
El Ayuntamiento de Barcelona, sin embargo, mantiene una situación mucho más proactiva. En enero de 2020 lanzó la iniciativa 'Protegim les escoles', que buscaba peatonalizar el entorno de 200 centros escolares de toda la ciudad a lo largo de la legislatura.
Del total de 200 actuaciones, un total de 120 iban destinados con una partida de 10 millones de euros y el 80 restante estaba desarrollado mediante nuevas supermanzanas y otros proyectos de reorganización más amplios vinculados, por ejemplo, al Pla de Barris.