"Ahora tocaba el novio [...] Esto no tiene nada que ver con la Comunidad". En estos términos se ha defendido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, después de que la Fiscalía Provincial de Madrid haya interpuesto una denuncia contra su pareja, Alberto González, con quien comparte la casa que él compró tras el presunto fraude, por un presunto fraude fiscal de 350.951 euros.
Ayuso también ha achacado el estallido de este escándalo a "La Moncloa" y ha afirmado que desde el Gobierno central se está "pidiendo más madera y pidiendo generar o crear una trama donde hay una inspección fiscal a un ciudadano que nada tiene que ver con la Comunidad.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya ha exigido al líder del PP que fuerce la dimisión de la presidenta madrileña en el marco de este escándalo: "Exija la dimisión de Ayuso aunque eso le cueste el puesto como al señor Casado", ha espetado, antes de hablar sobre el caso Koldo: "El Gobierno de España lo que está haciendo es colaborar con la justicia, es rendir cuentas ante estas Cortes Generales creando una comisión de investigación y asumiendo sus responsabilidades políticas, sin dobles varas de medir".
Los precedentes del PP
Los escándalos de corrupción han afectado al Partido Popular e implicado a miembros del Gobierno cuando la formación conservadora ha ostentado el Ejecutivo. Uno de ellos sacudió a Ana Mato, que dimitió en 2014 como ministra de Sanidad cuando el juez de la Trama Gürtel la citó a declarar por, presuntamente, haberse lucrado de los beneficios corruptos de su ex marido.
Mato siempre argumentó que no tenía conocimiento sobre los negocios ni el origen del dinero de su marido, el ex alcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, conocido por llevar un elevado tren de vida y al que, entre otros aspectos, la Trama Gürtel regaló un Jaguar en 2009 que se encontraba en el garaje familiar.
"A mí nadie me ha regalado nunca nada, todo lo que tengo es fruto de mi trabajo y mi esfuerzo", declaró entonces. Sin embargo, el juez Ruz finalmente la consideró "partícipe a título lucrativo" de los delitos que había cometido en el pasado Jesús Sepúlveda al disfrutar y beneficiarse de los regalos que definía entonces: viajes, hoteles, celebración de eventos familiares, obsequios de la marca Louis Vuitton por más de 600 euros... Mato finalmente fue condenada en calidad de partícipe a título lucrativo en 2018 a pagar una multa de 27.857 euros.
Entre los precedentes en el PP también se encuentra otra ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En su caso, dimitió en 2016, ya como líder de la oposición al Gobierno municipal de Manuela Carmena, para asumir su "responsabilidad in vigilando" por las tramas de presunta financiación ilegal que afectaban al Partido Popular en la región y la designación de determinados cargos, aunque en el caso ella no había estado imputada y la Fiscalía Anticorrupción finalmente la exculpó en julio de 2022 porque "no conocía" la corrupción de su Gobierno y partido. "No me siento culpable pero sí responsable", afirmó entonces.
Las peticiones de dimisión que llevó a cabo Ayuso
Fuera de precedentes de dimisiones en el PP, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, también ha mantenido un firme posicionamiento para exigir la dimisión de otros cargos salpicados por escándalos que afectaban a sus parejas sentimentales.
Uno de los más destacados fue la Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, que presentó su dimisión tras hacerse público que su marido estaba imputado en un caso de corrupción. Cuando posteriormente Interior reconoció su trabajo, la presidenta madrileña cargó en contra: "Lo siguiente es otorgar la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Carles Puigdemont".
No fue el único caso. También se posicionó abiertamente para exigir la dimisión de la ex vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, por la condena a su ex marido por abusos sexuales a una menor tuteada: "¿Qué mujer ampara que su marido esté prostituyendo a una menor que está tutelada por él mismo?", se cuestionó.
También fue firme con la actual ministra de Sanidad y entonces líder de la oposición en la Asamblea de Madrid, Mónica García, cuando se conoció que su marido había pedido la ayuda del bono social térmico: Ahora que se ha conocido su tren de vida, ¿por qué utiliza usted la sanidad pública?", le espetó.