Dirk y Mario son dos alemanes que, en vista de la oleada de refugiados que estaba llegando a su país desde Oriente Medio, decidieron en julio abrir su hogar para acogerlos. Cuatro meses después, han albergado a un total de 24 personas de Siria, Afganistán e Iraq y han decidido publicar el balance de su experiencia en el Facebook de Dirk. Toda una muestra de tolerancia que se ha hecho viral.
El mensaje ha llamado la atención por la ironía empleada, ya que Dirk se muestra "decepcionado" en el mismo porque los refugiados no han cumplido con el estereotipo que se vende de ellos: no han provocado ningún problema ni han mostrado desprecio a la pareja gay que les acogía.
Las llaves de nuestro dormitorio nunca han sido necesarias para cerrar la puerta, pero sí que uno de nuestros queridos invitados de Afganistán las necesitó para jugar con los gatos. Nuestros cuatro gatos, gordos y viejos, se lo pasaron también muy bien con el joven. Volviendo al tema de los cuchillos, solo se han asesinado una cebolla, muchos ajos y todavía más carne. Mario y yo todavía vivimos
Con la misma claridad y contundencia, Dirk aborda el posible problema que podría plantear el hecho de ser una pareja homosexual la que acogiera a estos refugiados venidos de Oriente Medio, una zona aparentemente intolerante con este tipo de relaciones.
Ninguno de los musulmanes que ha estado aquí ha intentado asesinarnos mientras dormíamos. Ninguno nos ha insultado porque fuéramos dos hombres compartiendo cama. Ninguno ha dicho preferir la ley sharia sobre la constitución alemana. Ninguno, hasta ahora, no ha lamentado dejar su tierra
La pareja destaca que el único inconveniente de tener en casa a los que considera nuevos amigos ha sido que gastaban mucha sal y azúcar. De este modo, trasladan el foco de intolerancia hacia otra parte, y acusan a Occidente de ser los auténticos poseedores de prejuicios y los que, en realidad, les han decepcionado, dejando la ironía aparte.
La verdadera decepción para nosotros llega en forma de un SMS, de amenazas de muerte en la calle o de notas con insultos en la puerta de casa. O simplemente de los amigos del colegio, que prefieren citar a Alternativa por Alemania (AfD), quejarse y lamentarse
Finalmente, Dirk y Mario lanzan un mensaje para la reflexión, incidiendo en que la llegada de inmigrantes refugiados no se puede parar y en que, al final, todos tenemos una parte de responsabilidad en la guerra que se está produciendo en Siria. Anima a todas las personas a que dejen a un lado el miedo y ayuden a quienes llegan y lo necesitan, sin preocuparse por lo que pueda pasar en un futuro, porque eso nunca se puede saber.
Esta pareja no sabe si volverá a su anterior vida, a una vida "normal". "¿Qué me interesa a mí de las chorradas lujosas del ayer?". Lo que sí saben es que este verano y este otoño han cambiado sus vidas, y, tal y como cierran su mensaje, se muestran agradecidos por ello: "Danke".