Surrealista, pero cierto. Una pareja caníbal ha sido detenida en Krasnodar, una región al sur de Rusia, tras haber asesinado y descuartizado presuntamente a más de 30 personas desde 1999 para comérselas y distribuir su carne en latas de conserva. Los detenidos habían recibido quejas de los vecinos por sus fuertes discusiones y el olor a Corvalol, un medicamento utilizado como somnífero con el que presuntamente apresaban a sus víctimas.
Dmitri Baksheev y Natalia Bkasheeva, un matrimonio ruso, han sido descubiertos y detenidos después de que unos obreros encontraran un móvil repleto de fotografías y vídeos horripilantes mientras realizaban el asfaltado de una carretera cercana al domicilio de la pareja. Los agentes de la policía pudieron ver el material macabro en la que se mostraban cuerpos de humanos descuartizados preparados para ser comidos.
Se declara culpable
Baksheev fue identificado por los agentes de seguridad en una de las fotografías del móvil encontrado donde se podía observar al detenido sujetando con su boca la mano de un ser humano amputada. Durante el registro al domicilio del matrimonio, se encontraron latas de conserva llenas de carne humana, trozos del cuerpo humano en el congelador, tiras de piel de seres humanos, vídeos y fotografías de los cuerpos además de cadáveres en descomposición.
Tras los análises en el laboratorio, se ha determinado que las latas de conserva encontradas, efectivamente, tenían en su interior un preparado de carne de las víctimas. La investigación policial sospecha que se pudieron distribuir en el comedor de una escuela militar donde Baksheeva trabajaba.
Una vez detenidos, la mujer confesó a las autoridades que había cometido los atroces crímenes y, además, indicó a los agentes las ubicaciones para que pudieran localizar los restos de siete personas que habían asesinado y poder así ser identificadas.
Primeras imágenes del domicilio de la pareja caníbal:
Comida de carne humana
Las pesquisas policiales han determinado que la pareja usaba un medicamento potencialmente peligroso que se utiliza como somnífero llamado Corvalol. Los vecinos se quejaban del fuerte olor de este producto y de las continuas disputas que existían entre la pareja. El Corvalol era utilizado para dejar inconscientes a sus víctimas y posteriormente llevar a cabo el asesinato, descuartizamiento y preparado de comida para ellos mismos y otras personas.
Esta pareja de caníbales está a la espera de ser encerrados en un psiquiátrico o juzgados. En el hipotético caso de que fueran sometidos a un juicio, se enfrentan a la cadena perpetua.
