La parálisis del sueño es un fenómeno, o más bien una experiencia, por la que pasa una de cada 10 personas de manera recurrente. Aunque, como afirman los expertos, cualquier persona puede sufrir un episodio de parálisis del sueño en su vida.
Se trata de una vivencia muy estresante y escalofriante: cuando te estás despertando del sueño, o cuando estás entrando en las fases del sueño, sientes que, aunque estés despierto, y veas y oigas lo que ocurre a tu alrededor, no tienes ningún tipo de capacidad para moverte. Eres inerte y estás siendo consciente de todo lo que está sucediendo a tu alrededor.
Lo peor de todo es que esta sensación puede ir acompañada de alucinaciones. Y no se trata de ver pitufos ni luces de colores, sino que las personas que lo viven se ven inmersas en medio de una auténtica y real pesadilla.
Si no te ha pasado a ti nunca, quizá conozcas a alguien que te haya hablado de ello con bastante inquietud. Y es que la persona que sufre una parálisis del sueño, que no ocurre todas las noches pero se pueden repetir en diferentes ocasiones, nota que su cuerpo está inmóvil, como si estuviera muerto.
Todo ello le hará sentir mucho estrés, porque es una sensación extraña cuya causa desconocemos si nunca hemos oído hablar de estas experiencias. Como decíamos, es común que vengan acompañadas de alucinaciones, sobre todo después del estrés que nos ha generado estar inmóviles. Esas alucinaciones pueden ser visuales o auditivas. Muchas personas dicen ver figuras negras que se acercan a ellos, como personas que perciben que les quieren hacer daño, o les miran fijamente. También pueden oír voces, gritos o llantos. Claro que todo esto acaba desapareciendo, pero la sensación de angustia puede permanecer en el tiempo.
La explicación de creer que vemos fantasmas
Es muy importante saber qué son las parálisis del sueño, para ser conscientes y saber cómo actuar. Claro que, si no sabemos que esto es un producto de nuestro cerebro, acabamos achacando estos episodios a fenómenos paranormales, y no es de extrañar que hayan provocado el desarrollo de toda una cultura de los fantasmas, demonios, espectros nocturnos, inspiradores de películas, novelas, historias populares, etc.
Por ello, se asocian estas 'presencias' a la noche, cuando vamos a dormir. ¿Por qué tenemos miedo a la oscuridad de noche y no a que nos ocurra durante el día? Y otra duda sería, ¿la cultura popular y las películas pueden hacer que nuestras alucinaciones tomen esa forma y no otra? Lo que está claro es que siempre son de terror, y el pintor Henry Fuseli así lo muestra en su obra La Pesadilla de 1781.
Creamos que es un fenómeno paranormal, o asumamos que hemos tenido alucinaciones, de lo que podemos estar seguros es de que las parálisis del sueño generan mucho miedo a que se repitan. Y ese estrés puede facilitar que vuelva a ocurrir.
Aunque nos lo puedan haber contado, el documental 'The Nightmare' (La pesadilla) de Rodney Ascher, entrevista a diversas personas de todo el mundo que han sufrido este problema. También recrea situaciones y alucinaciones a través de esos testimonios. Y, la verdad, da miedo.
¿Qué podemos hacer ante un episodio de parálisis del sueño?
Siguiendo los consejos de la psicóloga Sara P. Lorenzo, si vemos que estamos en medio de una parálisis del sueño, lo que debemos hacer es:
- Ser conscientes de que lo que nos ocurre no es real. Para ello es útil leer sobre parálisis del sueño.
- Empieza a respirar lentamente, tomando aire por la nariz e inflando la barriga. Aguanta el aire unos segundos y expúlsalo despacio. A la vez, vete cerrando y abriendo los ojos en intervalos de 5 segundos.
- Intenta mover los dedos de las manos y los pies, pero de uno en uno.
- Cuando todo pase, haz una actividad que te distraiga antes de volver a dormir.
Para evitar que vuelvan a ocurrir estos episodios, la psicóloga recomienda que intentemos evitar o poner remedio al estrés si lo sufrimos, que no acumulemos horas de sueño, y que no vayamos a dormir muy cansados. Para ello, es mejor hacer algo relajante, como la respiración que comentábamos antes, para dormirnos mejor. También es bueno evitar dormir boca arriba.