Paracetamol e ibuprofeno son dos de los fármacos más vendidos en España encontrándose en todos los botiquines caseros del país. Si tenemos dolor de cabeza, tenemos fiebre, síntomas catarrales, dolor de regla, si nos hemos dado un golpe o nos molesta un oído tomamos uno de estos medicamentos. ¿Pero cuál? ¿Sabemos qué tomar para cada caso?
Ibuprofeno
El ibuprofeno es antiinflamatorio, analgésico y antipirético (disminuye la fiebre). Se emplea en el tratamiento del dolor leve o moderado, especialmente cuando va acompañado de inflamación. Así pues, es recomendable en caso de golpes, esguinces, dolores musculares, de articulaciones o menstruales, para la migraña y para controlar la fiebre. Se puede combinar con otros analgésicos para dolor más severos y con descongestivos para aliviar el resfriado.
Deben tener precaución aquellos pacientes con hipertensión arterial, antecedentes cardiovasculares, problemas gastrointestinales, insuficiencia renal o hepática y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Se debe ajustar en función de la edad o del peso corporal y de las molestias del paciente, intentando utilizar siempre la mínima dosis que resulte efectiva para aliviar los síntomas y durante el periodo de tiempo lo más corto posible. Se puede tomar con o sin alimentos.
Las dosis utilizadas habitualmente son: Adultos, dosis de 400 a 600 mg cada 6-8 horas, con un máximo de 2400 mg al día; adolescentes (12-18 años), dosis de 400 a 600 mg cada 6-8 horas, con un máximo de 1600 mg; niños (3 meses-11años), 20-30 mg/kg/día repartidos en 3-4 tomas.
Paracetamol
El Paracetamol tiene una función analgésica y antipirética. Se toma para el tratamiento del dolor ocasional leve o moderado, como por ejemplo, dolor muscular, dental, de cabeza, menstrual y para estados febriles. Al igual que el ibuprofeno, se puede combinar con otros analgésicos para dolores más severos y con descongestivos o antialérgicos para tratar síntomas de resfriado o alergias.
En el caso del paracetamol, debido s su toxicidad hepática, está contraindicado en personas con insuficiencia hepática o hepatitis viral. Por ello es especialmente importante que este fármaco no se use con alcohol. Se puede tomar independientemente de las comidas.
La dosis se debe ajustar en función de la edad o peso corporal y de las molestias del paciente, intentando utilizar siempre la mínima dosis que resulte efectiva y durante el periodo de tiempo más corto posible.
Las dosis utilizadas habitualmente son: Adultos y adolescentes de más de 15 años y peso superior a 50 kg, dosis de 325 a 650 mg cada 4-6 horas o de 500 a 1000 mg cada 6-8 horas, la dosis máxima diaria es de 4000 mg, si bien sería prudente no superar los 3 g diarios; en niños de 3 a 32 kg, dosis máxima de 60 mg/kg/día repartido en 4 o 6 tomas diarias.