En una reunión privada con más de 200 obispos, el Papa Francisco habría indicado que no va a permitir el acceso de homosexuales a los seminarios porque ya había mucho "mariconeo" dentro. Según Repubblica, los propios obispos quedaron sorprendidos por la posición de Bergoglio.
Durante esa reunión, un obispo preguntó al Papa qué hacer cuando un candidato declarado abiertamente homosexual se presenta en el seminario. Bergoglio, que ya había sido claro en otras ocasiones, reiteró que deben establecerse límites para evitar que las personas homosexuales, que podrían llevar una doble vida, accedan al sacerdocio. Fue en ese momento cuando Francisco bromeó sobre el "mariconeo" existente en algunos seminarios italianos.
Concretamente, el Papa Francisco ha empleado la palabra 'frocciagine', un término que tiene connotaciones negativas con respecto al colectivo. Lo hizo el pasado 20 de mayo durante la asamblea de primavera, mientras aprovechaba para intercambiar opiniones con la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). El Papa lo tenía claro: "no deben admitirse homosexuales en los seminarios".
Anteriormente había mostrado su respeto hacia el colectivo
La expresión utilizada por el Papa es extraña ya que choca con su habitual posición con respecto a los homosexuales. De hecho, en repetidas ocasiones hemos visto cómo apoyaba la unión entre dos personas del mismo sexo afirmando "¿quién soy yo para juzgarles?"
No obstante, las palabras llevadas a término por Bergoglio siguen la línea de sus antecesores respecto a la presencia de personas homosexuales en los seminarios. El dicterio del Clero estableció en una instrucción de 2005 que "la Iglesia no puede admitir en el Seminario y en las Órdenes sagradas a aquellos que practican la homosexualidad, tiene tendencias homosexuales arraigadas o sostienen la llamada cultura gay".
