La tensión ha sido la nota predominante en la plaza de toros de Brihuega, en Guadalajara. Alrededor de las doce y media de la noche del 7 de agosto, el último toro de la final del certamen de recortadores Alcarreño de Oro rompió la puerta grande y se abrió paso por el municipio, bajando por la calle Cadena y finalizando su recorrido en la calle Atienza, donde le dieron muerte, según el diario Nueva Alcarria.
Una de las vecinas de la localidad ha relatado que el animal se encontraba en la plaza y que, de repente, desapareció cuando tiró una de las puertas. En ese momento, hubo un gran desconcierto generalizado y la gente empezó a subir hacia la zona superior de la plaza, a pesar de que el toro sí podía acceder allí. El tumulto, sin ver dónde se encontraba el toro, generó gran pánico.
La vecina cuenta al citado medio que lo peor llegó después, "cuando nos enteramos de que el animal se había escapado y sin ninguna medida de seguridad había paseado por el pueblo recorriendo varias calles hasta que fue abatido. Ahora, me queda una sensación de inseguridad tremenda al pensar que el toro ha estado dando vueltas por el pueblo a sus anchas y por todo lo que podía haber pasado".
Dos heridos por asta de toro
El suceso ha dejado a dos heridos por asta de toro, dos hombres de 64 y 73 años. Son dos vecinos que se encontraban por la zona y que han tenido que ser trasladados al Hospital Universitario de Guadalajara.
La llamada de emergencias llegó a las 00:30 horas desde esta localidad alertando de lo que había ocurrido. Han acudido al lugar una ambulancia de soporte y otra de urgencias, así como varios agentes de la Guardia Civil.