Mientras que el Gobierno y la gran mayoría de eurodiputados españoles trabajan para construir un frente común con Italia que dé fuerza en Europa a las reivindicaciones del sur del continente, el PP español ha optado por todo lo contrario: apoyar las tesis de los denominados 'halcones' (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia) que exigen recortes, reformas y transformar toda la ayuda en deuda (y no subvenciones a fondo perdido).
Esta peculiar estrategia del PP llega incluso a contradecirse con las votaciones en el Congreso de los Diputados. Por ejemplo, votar a favor del ingreso mínimo vital y aliarse en Europa con quienes son tajantes al respecto: "El dinero de la UE no pagará el Ingreso Mínimo Vital", ha advertido el canciller austriaco Sebastian Kurz.
La postura de Kurz muestra su clara animadversión hacia las economías meridionales, ya que todos los dardos que ha dirigido han sido hacia España y también Italia. En este sentido, también ha criticado una iniciativa del presidente italiano Giuseppe Conte que pretendía otorgar cheques de vacaciones con el objetivo de impulsar su sector turístico.
Las reuniones de este frente común de España e Italia con el norte son duras. Así lo ha evidenciado nuevamente Sebastian Kurz, que al término de la última videocumbre ha espetado: "Es necesario analizar en qué se gasta el dinero, cómo se distribuye y a qué condiciones se debe vincular la ayuda".
Con todo, el canciller austriaco ha defendido que "el fondo de reconstrucción no debe ser una antesala de una unión de deuda permanente y por lo tanto tiene que tener un límite temporal claro". Precisamente, una postura que también exhibe el PP y que continua defendiendo junto a este grupo de Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia que hacen frente común por los intereses de los países más duros.
Quieren cerrar las ayudas en 2022, a pesar de que la recuperación será incompleta y desigual para entonces
La previsión sobre la economía europea es que la recuperación vaya a producirse de manera desigual y escalonada. Con el objetivo de paliar las diferencias entre naciones europeas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha planteado que la línea de ayudas pueda continuar en activo hasta 2024.
El grupo de Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia, sin embargo, defiende que estas líneas no deberían extenderse más allá de 2022, sea cual sea el escenario. La mayoría de economistas pronostican que la recuperación no sea todavía completa y que haya diferencias considerables entre países.
En esta tesis sobre el período de las ayudas, los 'halcones' han encontrado una aliada, la canciller alemana Angela Merkel, que está manteniendo una posición intermedia en mitad de esta crisis donde la UE vuelve a jugarse, nuevamente, su futuro.
Mientras tanto, los países del sur (España e Italia, los más golpeados por el virus, pero también Francia, Portugal y Grecia) defienden mantener esas ayudas y que la mayor parte de la cantidad tenga la naturaleza de subvención antes que de línea de crédito.