El planteamiento de un plan Marshall en la Unión Europea para afrontar la crisis económica posterior al coronavirus ha abierto una nueva grieta en el seno de la Unión Europea. El frente que han conformado Alemania y Holanda, responsables del bloqueo que vive esta medida, ha evidenciado realidades diferentes pero, también, choques culturales.
Una de las personas que ha evidenciado esa barrera entre culturas es Frits Rosendaal, jefe de epidemiología clínica del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Países Bajos. A su juicio, la diferencia en la saturación de hospitales entre países tiene ese factor en la concepción de las familias que separa a los países.
A juicio de Rosendaal, Italia y España ponen en jaque la capacidad de sus sistemas de salud por su atención a las personas mayores: "En Italia, la capacidad de las UCIs se gestiona de manera muy distinta. Ellos admiten a personas que nosotros no incluiríamos porque son demasiado viejas. Los ancianos tienen una posición muy diferente en la cultura italiana".
Esa concepción tan individualista también se aprecia en las últimas declaraciones del ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, que no ha tenido problema en pedir una investigación europea para los países que ofrecen una atención sanitaria sin márgenes presupuestarios. Todo, a pesar de que la UE ha crecido.
Estas palabras han generado una auténtica indignación en las sociedades meridionales del Viejo Continente, tendentes a mantener los vínculos familiares y con un respeto mayor a las personas mayores.
"Es repugnante"
Para Antonio Costa é "repugnante" e "contrario ao espíritu da Unión Europea" que o ministro de Economía holandés dixera que España ten que ser investigada por non ter supostamente marxe orzamental para loitar contra o Covid-19. O enfado do primeiro ministro portugués era notable. pic.twitter.com/FCwL40Yzn0
— Alberto Mancebo (@AlbertoMancebo) March 27, 2020
Esa diferencia de concepciones la ha encarnado el presidente de Portugal, António Costa, que ha salido a criticar las palabras de Hoekstra: "Es repugnante en el marco de la Unión Europea".
A juicio de Costa, las palabras del ministro holandés de Finanzas representan una "absoluta inconsciencia" y una "mezquindad recurrente". A pesar de que las UCI de Italia o España ya se ven obligadas a establecer baremos de atención por la saturación de la red sanitaria, tomar este tipo de decisiones va completamente en contra de la cultura predominante en el sur de Europa.
Mientras tanto, Italia, España, Portugal y Francia están trabajando para establecer un frente común que permita defender con mayor fuerza sus criterios en el seno de la Unión Europea. Pero esta divergencia de criterios, sin duda, pueden suponer un duro golpe en una UE que se ve debilitada.