Según el Índice Mundial de Innovación de 2015 los Países Bajos se sitúan en el quinto puesto de naciones más innovadoras del mundo; junto con Suiza, Reino Unido, Suecia y Estados Unidos. No es de extrañar, ya que el país está realizando grandes avances en materia de eficiencia energética y sostenibilidad urbana. Su último proyecto consiste en un innovador sistema de construcción de carreteras con plástico reciclado, que sustituiría al asfalto convencional y se fabricaría a partir de residuos procedentes de los océanos.
El proyecto recibe el nombre de PlasticRoad y es una iniciativa de la empresa constructora VolkerWessels. La idea es toda una revolución para los sistemas de transporte, tanto por el material como por la forma de montaje y acoplamiento. Lo que se pretende es fabricar piezas modulares de plástico y montarlas a presión, como si de una pieza de Lego se tratara, reduciendo el tiempo de construcción de las carreteras, ya que las piezas se fabrican en la empresa y después se transportan. Así mismo, este sistema de fácil montaje y desmontaje facilitaría los trabajos de mantenimiento y ampliación y agilizaría los problemas de desvíos por obras, además de que el diseño de estas carreteras es perfecto para el terreno pantanoso y arenoso de los Países Bajos.
Otra de las novedades en el diseño de las piezas es su interior, ya que incluyen un espacio hueco muy útil para el paso de infraestrucutras, como el cableado de electricidad o teléfono. De esta manera se evitará tener que perforar las carreteras cada vez que se tenga que acceder a los suministros subterráneos.
Aparte de las ventajas logísticas que se ofrecen, este nuevo sistema es beneficioso para el medio ambiente ya que implica tanto la reutilización del plástico que se acumula en los océanos como la reducción de los contaminantes que se producen durante la elaboración del asfalto.
El desecho de los plásticos es un asunto acuciante. Cada año se vierten ocho millones de toneladas de residuos, llegándose a generar en los océanos islas artificiales conformadas con la acumulación de este material. Además, según la compañía constructora, durante la mezcla de las sustancias asfálticas como el aglomerante se emite 1,6 millones de toneladas de CO2 al año y supone un 2% del total de las emisiones del transporte terrestre.
Holanda, un país comprometido con el medio ambiente
Si bien el proyecto se encuentra en fase de desarrollo, ha vuelvo a evidenciar que Holanda es un pais innovador y comprometido con el medio ambiente. No es el único plan del país para mejorar sus ciudades cuidando el planeta, el país cuenta con un proyecto experimental para eliminar el gasto energético de la ilumnación de las autopistas, construyendo carreteras fotoluminiscentes. El diseño de estas carreteras acabaría con el gran gasto que supone tener un gran número de bombillas de gran potencia luciendo durante horas. Las primeras maquetas se han construido con unas líneas verdes fluorescentes que brillan por la noche gracias a la luz solar que acumulan durante el día.
Otro de los proyectos experimentales de los Países Bajos es la construcción de un carril bici solar, un revolucionario sistema de recolección de energía. EL pavimento, construido con paneles solares recubiertos de vidrio, recoge la energía generada con las bicicletas. Según las primeras cifras el experimento apunta poder funcionar a la perfección, ya que 70 metros de carril bici han generado 3000 kWh, una cantidad suficiente para poder abastecer a una pequeña vivienda durante un año.
