El teniente general Mikko Heiskanen, jefe adjunto del Estado Mayor de Armamento y Logística de las fuerzas de defensa finlandesas, reveló al Financial Times que Finlandia ha revisado más de mil acuerdos con empresas privadas para prepararse ante la amenaza rusa. Su proximidad con este país ha acelerado este proceso, sobre todo tras la adhesión de Finlandia a la OTAN en 2023.
"Tenemos que estar listos para una crisis a largo plazo. Hemos activado algunos de esos acuerdos, hemos revisado todos los pactos y hemos evaluado las compras no solo de municiones, sino también de otros materiales... Estamos probando los planes y la preparación de nuestros socios estratégicos", afirmó Heiskanen.
Finlandia, con la frontera más larga con Rusia entre los países de la OTAN y la UE, ha mantenido un alto nivel de preparación debido a la posible amenaza de su vecino del este. El país nórdico ha tenido conflictos pasados con Rusia, como la guerra de invierno de 1939-40.
El militar señaló que Finlandia tiene reservas significativas de combustible y alimentos para al menos seis meses y suficientes refugios antiaéreos para toda su población. Además, cuenta con un gran número de reservistas, lo que la convierte en uno de los países con el ejército más grande de Europa y una gran cantidad de artillería.
"La capacidad está en un nivel creíble. Se necesita tiempo para desarrollarla. No se puede lograr en uno o dos años", afirmó Heiskanen. Se negó a proporcionar detalles específicos, pero sugirió que pronto podrían encargar a empresas textiles la producción de chalecos antibalas u otros artículos para proteger a las tropas en combate.
¿Economía de guerra?
En los últimos meses, Rusia ha pasado a una economía de guerra después de su invasión a gran escala de Ucrania hace dos años, gastando entre el 6% y el 7% de su PIB para producir cuatro millones de proyectiles de artillería al año, niveles muy superiores a los de Finlandia o incluso a los de Europa occidental.
Heiskanen dijo que Finlandia no ha hecho la transición a una economía de guerra y sólo se encuentra en el paso tres de nueve en la escala; aunque ha aumentado la producción de municiones, todavía no tiene fábricas que funcionen las 24 horas, asegura.
El Estado finlandés posee partes de la cadena de producción incluso dentro de empresas privadas, por lo que puede pedirles que empiecen a producir material de guerra si es necesario. Ya ha comenzado a aumentar la producción de municiones después de la invasión de Ucrania y ahora produce alrededor de 10 veces más proyectiles que hace apenas cinco años, constata Heiskanen.
Finlandia respondió al ataque de Rusia contra Ucrania uniéndose a la OTAN el año pasado. A pesar de ser un nuevo miembro, otros países ya le piden regularmente consejo sobre cómo mejorar su entrenamiento militar, que en muchos casos se ha reducido en los años transcurridos desde el final de la Guerra Fría. Tienen un enorme conocimiento de su vecino.
"Finlandia es el patrón oro. No bajaron la guardia en las décadas de 1990 y 2000, y ahora la mayoría de nosotros sólo podemos sentarnos y admirar lo que tienen. Su capacidad para movilizar a personas y empresas en situaciones de crisis es realmente impresionante", afirmó un alto diplomático de un Estado miembro de la OTAN al FT.
Heiskanen afirmó que la membresía en la OTAN debe conducir a un cambio en la mentalidad de Finlandia: "Ya no estamos solos. Podemos confiar en los demás. No tenemos que poner todos nuestros huevos en una sola canasta. No tenemos que poseer todas las vacas para producir leche para nosotros".
Añadió que Finlandia ha comenzado a almacenar equipo militar en la vecina Noruega y pronto comenzará a enviarlo a Suecia, otro nuevo miembro de la OTAN, además de buscar países más lejanos.
"Tenemos la intención de almacenar equipos en otros países. Es una cuestión de seguridad del suministro, de dispersión de las existencias. Ya he empezado parcialmente con esto. Pensamos hacerlo especialmente con Suecia y Noruega, pero también con países más lejanos. Se trata de equipos, municiones y tal vez piezas de repuesto", añadió.