Christian Brueckner, de 44 años, es el único detenido y principal sospechoso de la desaparición y asesinato de Madeleine McCann. A pesar del convencimiento del fiscal alemán Hans Christian Wolters, el caso todavía está en el aire, por lo que todavía no está cerrado.
Brueckner cumple actualmente pena de prisión en una cárcel de alta seguridad conocida como la 'Alcatraz de Alemania' por violar a una mujer de 70 años estadounidense y todas las miradas se centran en él. Considera que nunca irá a juicio porque cree que no hay pruebas contra él y no ha sido interrogado. Por ello, se jacta de que saldrá libre y sigue defendiendo su inocencia, así como que está siendo utilizado como chivo expiatorio.
La familia de Madeleine tampoco tiene noticias sobre ningún avance. Nadie se ha puesto en contacto con ellos sobre ningún avance desde la detención del sospechoso hace 16 meses para aclarar ninguna novedad sobre el caso, acontecido el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz (Portugal).
Son 14 años de angustia y las incógnitas permanecen. Kate y Gerry McCann han mantenido silencio desde la detención del principal acusado para no interferir en las investigaciones y se han limitado a realizar un comunicado sin nombrar al pedófilo.
Ambos han vuelto al trabajo y tratan de rehacer sus vidas, pero con la situación actual, ambos han decidido pronunciarse a través de un portavoz ante su preocupación por el estado de las investigaciones: temen que "sin una confesión, nunca sepan lo que sucedió".
"La policía no nos dice qué está pasando"
El portavoz del matrimonio explica al diario británico The Sun que "la policía no nos dice qué está pasando, estamos aislados porque es una investigación en curso. Pero si es él y no hay pruebas directas y concluyentes, es posible que nunca diga una palabra. Como ha hecho hasta ahora", lamentan.
A pesar de todo, piensan que "es reconfortante que ya está en prisión", pero tienen muchas dudas porque "la policía portuguesa ya había investigado" a Brueckner. "Puede ser, lamentablemente, que nunca sepamos qué le pasó a Madeleine. Esperamos saberlo algún día. Seguimos esperando después de todos estos años", indican.
Brueckner se burla del trabajo policial
Jon Clarke, que lleva siguiendo el caso desde hace 14 años y ha publicado el libro 'My search for Madeleine', explica que Brueckner está siendo investigado por otros cinco ataques sexuales. No es ajeno, además, a todo lo que ocurre fuera de la prisión en la que se encuentra.
De hecho, se burla de las autoridades por lo que sucede. Ya lo hizo en una carta remitida al diario Bild, en el que acusaba al fiscal y su equipo de ser unos corruptos y tratar de incriminarle sin pruebas en este caso. Ahora, ha vuelto a la carga, en este caso, con el trabajo policial.
El diario The Sun explica que "está al tanto de los comentarios y de las nuevas acusaciones que aparecen en el libro. Y se ha estado jactando de que la policía no tiene ni una sola prueba. El nuevo libro no es mejor que un cómic y la decisión ese los policías de colaborar con el autor solo demuestra que necesitan obtener nuevas pistas", afirma.
El libro vincula a Brueckner con el asesinato de una joven de 16 años en Bélgica y el abuso sexual de una niña de 10 años, que se produjo un mes después de la desaparición de Madeleine a unos 10 kilómetros de los apartamentos de Praia da luz.
Además, el fiscal alemán lo vincula con la violación en 2004 de una irlandesa de 20 años, en Praia de Rocha (Portugal), la desaparición de Inga Gehricke, de cinco años, en 2015, en Alemania y por masturbarse delante de un grupo de niños en la localidad lusa de Messines en 2017.