Natalie Grace. Este fue el nombre recibió cuando fue adoptada por Kristine Barnett y Michael Barnett en mayo de 2010. Todo ha cambiado desde entonces, ni ellos están junto a la joven ni siguen siendo pareja sentimental. Sus problemas surgieron cuando su hija intentó matarlos y es que nada encajaba tras la adopción. Ese fue el relato que ha circulado por las redes, pero había algo que faltaba por descubrir: los verdaderos psicópatas eran sus padres.
Todo comenzó porque la menor padece un trastorno displásico que le provocó menstruación y un vello público precoz. Los padres hicieron pruebas y les dijeron que tenía 11 años y que estaban presenciando síntomas normales de su trastorno. Pero ellos prefirieron elucubrar con una historia que no era real y con que la menor tenía 22 años.
Los padres finalmente se fueron a Canadá en 2013 y dejaron a la niña sola, pagándola un apartamento en Indiana en régimen de alquiler donde vivió varios años. Nadie entendió cómo se pudo dejar a una menor de su edad sola, pero lo hicieron.
El director del colegio elevó la voz de alarma y los padres reconocieron que habían cambiado deliberadamente la edad de su hija en 2012. Sin embargo, mantienen que la menor era una adulta escondida que quería asesinarlos.
La historia falsa que trascendió a todos los medios
Todo comenzó con su acogida en Ucrania, aunque Grace no tenía un cuerpo al uso, al menos si se compara con el resto del niños de su edad. Sufría un trastorno en los huesos que se conoce con el nombre de displasia espondiloepimetafisaria, o como ellos le atribuyen, enanismo. Un problema de crecimiento que fue realmente determinante a la hora de que estos padres británicos aceptaran a su hija y es que realmente no tenía los 6 años que dictaban los papeles, sino que acababa de cumplir los 19 cuando llegó a Reino Unido con su nueva familia.
Todo funcionó de forma corriente durante el primer año de estancia en su nueva casa, los Barnett la quisieron como a una hija más y le dieron todo el amor posible. Algo se torció, cuando poco a poco empezó a tener una conducta demasiado inapropiada, rebelde y descontrolada. Les hacía la vida imposible a ambos. La situación llegó a más cuando Natalie intentó agredir a su madre contra una cerca eléctrica, según cuenta Kristine Barnett al diario digital Daily Mail. No fue lo único, sino que en otra ocasión descubrió que había vertido lejía en un café e intentó clavarles un arma blanca a ambos. Intentó matarles y ellos fueron conscientes del peligro que suponía dejar a su hija sin tratamiento.
Tras detectar ciertas irregularidades que se evidenciaron tras su proceso de adopción, como la edad, decidieron acudir con ella a un centro de salud mental para averiguar qué ocurría. Hay que señalar que esto ocurrió después de los citados hechos, ya que durante la acogida nunca supieron que Natalie no tenía los años que dictaban los papeles. Cuando visitaron las dependencias médicas, los especialistas descubrieron que la edad de Natalie era, al parecer, "claramente inexacta". El crecimiento de la pequeña no era normal, ni siquiera seguía el modelo evolutivo natural. Finalmente, pudieron determinar que su edad rondaba los 18 años.
¿Spin-off de 'La Huérfana'?
Ninguno de los dos se lo podía creer. Los especialistas tampoco. Se encontraban ante un caso muy extraño, pero ellos no renunciaron a la pequeña. Por aquel momento ya era su hija y lo siguió siendo hasta el año 2013. Tras lo acontecido y perplejos ante lo surrealista de la historia, decidieron abandonarla a su suerte. Ellos aseguran que se debía a que la niña no mejoraba su conducta. Incluso podían comparar su historia con la trama de la película 'La Huérfana'. El filme de Jaume Collet-Serra cuenta una historia similar a la de estos padres adoptivos estadounidenses, cuya protagonista es una niña que esconde ser adulta.
"Hacía dibujos mediante los que mostraba que quería matar a miembros de la familia. Quería enrollarnos en una manta y enterrarnos en un patio", describe ante el medio citado anteriormente. Les daba tanto miedo que incluso esperaban a que se fuera a dormir para poder conciliar el sueño. Tuvieron que esconder los objetos afilados que la "niña" pudiera usar potencialmente en un ataque.
Ahora, las autoridades judiciales les acusan de negligencia, un delito que Kristine descarta rotundamente haber perpretado. Apuntan a que la madre adoptiva de esta niña ucraniana se mudó junto a su familia a Canadá con el resto de sus hijos, y también con el que por aquel entonces era el padre adoptivo de la pequeña. Toda la familia viajó hacía allí, excepto ella. La dejaron en un apartamento alquilado en el condado de Lafayette, en el Estado de Indiana (Estados Unidos).
Las autoridades procedieron a investigar lo ocurrido y después de varios años sin conocer ningún detalle adicional sobre el caso, detuvieron a la pareja por un delito de abandono a un menor. Algo un tanto incoherente si consideramos la edad de la joven, aunque cobra sentido si consideramos las condiciones psíquicas y psicológicas en las que se encontraba. Lo que no sabían es que la niña había declarado ante la policía en 2014, alegando que su abandono se produjo cuando tenía 11 años. A pesar de lo irracional del asunto, las autoridades creyeron su alegato porque se basó en una prueba médica que los expertos utilizaron para determinar su edad años atrás. Estos análisis óseos situaban a la pequeña con ocho años en el momento de su adopción. Sin embargo, nada coincidía. A los Barnett tampoco les cuadraba.
Tras la incertidumbre suscitada y las declaraciones entrelazadas de ambos, ambas partes se encontrarán en los tribunales. Allí, el juez para pondrá fin a la polémica en torno a este caso tan singular y estremecedor. Será entonces cuando determinen si Natalie Grace nació en 2003, como dicen las pruebas que ella misma aportó, o si por el contrario, pudo haber nacido en 1989 y tener 30 años de edad en la actualidad.