Los padres de Samuel Luiz arrastran graves secuelas por el asesinato de su hijo, que actualmente está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de A Coruña, con cinco acusados que enfrentan entre 22 y 27 años de cárcel.
El padre del joven fue incapacitado laboralmente al sufrir una depresión que "afecta a su concentración", según ha relatado su psiquiatra. Además, afirmó que fue incapacitado laboralmente porque sentía "fobia y rechazo" al tener que trabajar con el familiar de uno de los acusados.
El hombre había manifestado esta sensación porque tenía miedo de la posible reacción de este familiar de los acusados de asesinar a su hijo al grito de "maricón" por su "rabia contenida", explica la perito.
Su madre "necesitaba supervisión y no podía hacer vida por si sola"
En el caso de la madre de Samuel Luiz, fue diagnosticada con un cuadro de "depresión grave". Llegó a atribuir todo lo ocurrido a un "castigo divino", y aunque fue tratada por especialistas, se negó a recibir tratamiento con fármacos o terapia: "Eso indica un cuadro de traumatización mayor", ha explicado una de las psiquiatras.
El padre tuvo que hacerse cargo de su situación, ya que la mujer "necesitaba supervisión y no podía hacer vida por sí sola", dadas las secuelas psicológicas que enfrentaba por lo ocurrido. Un médico que evaluó a la pareja ha explicado que su vida social se ha visto "gravemente afectada", que la mujer "se pasaba todo el día en casa" y que actualmente solo salen de casa para dar un pequeño paseo por la mañana y tarde tras lo ocurrido.
El crimen dejó a la pareja en "estado de shock", ha explicado una psicóloga. "Fue un impacto emocional importante y tenían dificultades para conciliar sueño. Cuando lo conseguían tenían muchas pesadillas", ha incidido.
Otro psiquiatra ha explicado que los problemas de salud mental de la pareja "empezaron con la muerte de su hijo" y que se agrava por la violencia de la muerte y por no "poderlo con vida" en el hospital. "Es una situación de desgobierno y descontrol. Dejas de dormir y de comer", ha incidido.
Los funcionarios del Instituto de Medicina Legal de Galicia que entrevistaron a los padres tras lo ocurrido han recalcado que "no tenían ninguna enfermedad mental previa" y que desarrollaron estos trastornos a raíz de lo ocurrido. El comportamiento de la madre, explican, es "habitual" cuando se enfrentan a este tipo de procesos. A pesar de que ella todavía no ha pasado por este tratamiento, puesto que "no siente la necesidad", el padre sí recibe tratamiento psicológico y farmacológico.