Un hombre ha denunciado a su hijo de 16 años por golpear a su compañero de 14 en Castrolibero, en la provincia de Cosenza, Italia. La madre de la víctima había publicado en redes sociales una foto del rostro hinchado de su hijo pidiendo que cualquiera con información denunciara al culpable.
El atacante había guardado silencio durante unos días, hasta que finalmente se derrumbó y confesó todos los hechos a su padre. El episodio ha copado todo tipo de titulares en el país transalpino por el resto del padre y, también, por una carta en la que él expresó todo el dolor que había sentido por este suceso.
"Hace unas horas supimos, por nuestro hijo, que es el autor del ataque al joven de Castrolibero y, desde ese mismo momento, el mundo se derrumbó sobre nosotros, con una sola certeza: tener que informar a la Policía", escribió.
"Una gravedad sin precedentes"
El padre denunciaba que "el hecho, desde cualquier ángulo que se mire, es de una gravedad sin precedentes". Y continuaba: "Es grave para la joven víctima, es grave para su familia, es grave para nuestro hijo, es grave para nuestra hija que, al asistir a esa misma escuela, se arriesga a llevar la carga de un comportamiento que no es de ella y, de ser posible, es aún más grave para mi esposa y para mí, que estamos experimentando el drama del fracaso".
El padre se mostraba desconsolado por todo lo sucedido: "En este momento nos encontramos experimentando que la crianza de los hijos es verdaderamente el trabajo más difícil del mundo".
Sobre todo lo sucedido, reflexionaba: "No hacemos más que preguntarnos dónde nos equivocamos, después de haber vivido toda nuestra vida guiados por los valores de acogida, equidad y sentido de responsabilidad: valores a años luz de estas acciones".
Y añadía: "No sé si alguna vez tendremos respuesta a esta pregunta pero, precisamente en base a los valores que nos guían, creemos que es justo que nuestro hijo aprenda a asumir sus responsabilidades y a responder por sus elecciones y acciones, aunque todavía es menor de edad".
El padre del agresor confeso concluía su carta con la siguiente reflexión: "Que el sentido más profundo de nuestro dolor por lo sucedido llegue a la madre y al padre de la joven víctima".