Sevilla se caracteriza por su Giralda, su Torre del Oro a la orilla del Guadalquivir y, como cantaron Lo del Río, por su olor a azahar. Las calles de la capital andaluza se llenan de vida entre autóctonos y turistas entre los cuales se cuelan carruajes tirados por caballos para todo aquel que quiera darse una vuelta sintiéndose el más flamenco. Ahora, un grupo político se ha posicionado en contra de esta costumbre sevillana.
PACMA, el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, ha documentado a lo largo de una semana las condiciones de trabajo a las que son sometidos los caballos alertando de la "explotación animal" que sufren, razón por la que piden su "prohibición imediata". El equipo de trabajo de la agrupación política en Sevilla ha realizado un informe de seguimiento en el que aseguran que algunos equinos tienen "un total de 13 horas de trabajo bajo el sol con picos de 45 grados de temperatura".
Han publicado, además, un vídeo en el que se puede ver el trato que reciben estos animales así como varias imágenes de caballos desfallecidos. Con esto, PACMA pretende "que la sociedad y los representantes políticos se conciencien y pongan fin a un sufrimiento evitable e innecesario".
Otra de sus denuncias es que en la Ordenanza Reguladora del Transporte de Viajeros en Coches de Caballos en el Municipio de Sevilla no existe ninguna norma que regule los horarios ni la temperatura a la que se debe o no trabajar, quedando ambas cuestiones a criterio del cochero.
PACMA da una alternativa
Javier Sanabria, coordinador de PACMA en Seilla, ha explicado que "en pleno siglo XXI es indecente que estos caballos sigan siendo explotados y que no exista, ni siquiera, un mínimo control". Ha afirmado, además que "hay caballos a los que, bajo unas condiciones de calor extremas, sólo se les ofrece agua una vez en trece horas".
El Partido Animalista propone el cese inmediato de la concesión de nuevas licencias y la revocación de las existentes. La petición va acompañada de una alternativa para garantizar los puestos de trabajo de los cocheros: sustitución de los coches de caballos por coches eléctricos de época. Durante este proceso, PACMA considera necesario también que se "apliquen una serie de controles que eviten que Sevilla vuelva a ser ejemplo de insensibilidad por imágenes de animales exhaustos y explotados".