El pasado jueves, 21 de noviembre, el programa 'La Revuelta' de David Broncano abría una veda en las redes sociales y en la propia industria televisiva sobre las posiciones de poder, los vetos y las presiones ejercidas por el programa de Pablo Motos.
Las palabras del presentador de TVE recibieron el apoyo de bastantes famosos y compañeros periodistas, e incluso hizo resurgir antiguas entrevistas del programa de 'La Resistencia', cuando el formato se emitía en Movistar Plus+, que ya hablaban de estas técnicas.
A lo largo del fin de semana el público se mantenía a la espera de la respuesta de Pablo Motos. Aunque 'El Hormiguero' ya hizo una publicación en la que mencionaba que todo había sido "un malentendido sin importancia", una declaración de Motos en su programa era casi obligatoria.
El presentador declaró al final del programa del lunes noche como 'El Hormiguero' había sido víctima de una agresión y hablaba sobre lo peligroso que le parece que un programa de la televisión pública "ataque" con dinero público de una manera tan directa a otro programa.
Junto a sus palabras, Pablo Motos exponía titulares y noticias que "destapaban" todo lo dicho por Broncano e incluso hablaba de "cortinas de humo" en beneficio del Gobierno tras las últimas novedades del Caso Aldama.
Pablo Motos quiso también recalcar las "mentiras" de Broncano entorno a la entrevista con Jorge Martín de lo que decía: "Jorge Martín sí que hizo la entrevista en 'La Revuelta' el pasado jueves, sí que se grabó, aunque esto se ocultó y se supo al día siguiente gracias a los medios de comunicación independientes que desmintieron la versión inicial".
El discurso del programa de Antena 3 se sintió algo vacío y poco coherente. Motos parecía buscar más desacreditar el programa de La 1 que sus palabras, haciendo un hincapié constante en la inversión pública de 'La Revuelta' e incluyendo titulares que hablaban de "escándalo" o "formas de subir audiencias en la peor semana de La Revuelta".
Entre estos titulares se encontraba también el artículo de El Mundo en el cual se publicaba que La 1 había decidido abrir su telediario con la disputa entre los programas rivales y no con los avances del Caso Aldama (Noticia que el propio medio desmintió al rato de su publicación y antes de la emisión del programa).
A la vez que se exponía este titular erróneo y sin contrastar, el presentador decía: "Esta mala praxis periodística es más propia de la desinformación que de una televisión pública que omite el primer deber del periodismo que es el de contrastar la información".
La culpa es de los de arriba
Pablo Motos contó a su público que, según su opinión, esto no era únicamente un problema de entrevistas: "A todo el equipo de 'El Hormiguero' y a mí nos cuesta creer que no haya otros intereses detrás de toda esta versión tergiversada de lo que ocurrió".
Sin negar los contratos de exclusividad, pero rechazando las presiones que se les recriminaban, 'El Hormiguero' decidió quitarse el foco de atención mediático para hablar de una "cuestión de estado" que se había creado a su expensa para ocultar cosas de mayor relevancia y para atacar a su programa, ya que: "De 'El Hormiguero' se habla mucho y de mí, a veces, también, a veces se dicen barbaridades. Supongo que el hecho de ser un programa visto durante tantos años te lleva a una exposición con cosas buenas y con cosas malas".
