Pablo Iglesias visitó ayer por primera vez en 'El Hormiguero' y, cómo no podía ser de otra forma, fue un éxito de audiencia (21,7%, récord histórico del programa) debido a los momentazos que dejó, no exentos de polémica.
Tras su triunfal entrada, con la sintonía de 'Juego de Tronos' de fondo, la visita del líder de Podemos comenzó, como ya viene siendo habitual en sus reuniones, con la entrega de un regalo a su anfitrión. En este caso eligió uno de los CD de 'Los Chikos del Maíz'. Después, durante la entrevista, habló de diferentes temas, como su experiencia con Rajoy, de quien dijo que "no tiene planes de futuro", o la independencia de Cataluña, defendiendo de nuevo la necesidad de mejorar España para que los catalanes no quieran marcharse. Afirmó también que no le gustaría tener que trasladarse de Vallecas, aunque modernizaría La Moncloa de verse obligado.
Aunque no bailó (un momento, es necesario recordar el momento de Soraya Sáenz de Santamaría):
Como decíamos, aunque Pablo no bailó sí agarró la guitarra y se arrancó a cantar. Ya lo habíamos visto entonando en el mitin en el que habló como un indio sobre Cataluña, aunque en esta ocasión eligió el tema '¿Dónde se habrá metido esta mujer?' de Javier Krahe, que habla sobre el machismo y la violencia doméstica.
Sin embargo, las redes se percataron de una polémica durante uno de los juegos que propuso el programa. Iglesias debía podar (de "podemos") una planta con hojas sobre diferentes aspectos espinosos. Tras cortar las de la monarquía y el concordato con la Iglesia, dejar la de los toros y darle un toque a la del euro, el programa se fue repentinamente a publicidad y, al regresar, no quedaba rastro del juego. ¿Demasiado polémico para un programa de entretenimiento?
El programa "irrealizable" de Podemos
Pablo Motos, por su parte, elogió que Pablo Iglesias hubiese movilizado a los españoles y abierto los ojos de mucha gente con temas como la crisis o la corrupción. Este fue precisamente uno de los asuntos que atacó Coleta Morada, al que le achacó gran parte de los problemas del país. Eso sí, Motos abarcó directamente uno de los problemas que más se le reprochan a Pablo Iglesias: la falta de concreción de su programa o que este sea "irrealizable".
Iglesias concretó algunas de sus medidas y aseguró que podría sacar los prometidos 25.000 millos de euros para crear empleo. Para ello, planea invertir "por arriba", en I+D, y establecer un salario mínimo de unos 800 euros y revertir los recortes para reanimar el consumo. El dinero saldría de las cuentas no declaradas, de prohibir las SICAV, de los impuestos de las empresas del IBEX, de los impuestos de los salarios más altos y, en definitiva, de un reparto más justo. Del mismo modo, incentivaría a los emprendedores con el Instituto de Crédito Oficial para que no tengan que endeudarse con los bancos.
Por otro lado, el líder de Podemos defendió la legalización del cannabis, ya que no ve sentido criminalizar su consumo cuando es legal beber alcohol, y potenciar el transporte público mediante un impuesto al uso de coches.
Nace Ciudademos
El programa también aprovechó para hacer una cámara oculta en Callao, emitiendo una falsa noticia en la que afirmaban que Podemos y Ciudadanos se habían unido en Ciudademos, y que para ello Pablo Iglesias se había cortado la coleta. Muchos de los viandantes se lo creyeron y otros lo tomaron con escepticismo, aunque no fueron pocos a los que les pareció buena idea la unión de los nuevos partidos.