El líder del PP, Pablo Casado, ha cargado contra su homólogo en VOX, Santiago Abascal, por "cobrar de los chiringuitos y las mamandurrias de algún que otro gobierno autonómico" y ha recalcado que "Abascal debe mucho a este partido". Con ello se refiere al sueldo de 82.491,84 euros más complementos que el líder ultraderechista cobró entre 2011 y 2013 cuando Aguirre creó la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid y le colocó como presidente.
MOMENTAZOPablo Casado diciéndole a Santiago Abascal que ha estado cobrando de "chiringuitos y mamandurria" de Esperanza Aguirre pic.twitter.com/bM19DvlB1Y
— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) 30 de abril de 2019
En la rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo, el líder conservador ha querido evidenciar el giro de estrategia que el Partido Popular intentará ejecutar tras el descalabro electoral de este domingo 28 de abril: "El PP es un partido de centro, reformista y liberal, pero además la irrupción de otros partidos nos ha dejado situados en el centro. El centro no es moverse de sitio, sino albergar debajo a más gente", ha asegurado.
En la rueda de prensa, Casado también ha presentado el lema sobre el que girará toda la campaña electoral autonómica y municipal que plantea para este mes de mayo y que puede ser muy determinante para el futuro del PP.
No hay que olvidar que la formación de Pablo Casado estuvo a punto de vivir el temido 'sorpasso' de Ciudadanos, al que solo superaron por 0,8 puntos, casi un empate técnico que pone en duda el liderazgo de la oposición durante los próximos cuatro años.
Temor en plazas clave
"Esto va de existir o no", ha llegado a espetar algún que otro dirigente popular crítico con la estrategia del líder conservador. No es para menos, ya que el PP ha llegado a quedar como tercera fuerza política en una plaza clave como Madrid, que siempre había sido su principal granero de votos y donde gobiernan desde hace más de 25 años.
En el PP hay una especie de pacto de no agresión hasta las elecciones del próximo mes de mayo, de ahí el cierre de filas en torno al líder. Pero la situación es crítica: los comicios se plantean con el objetivo de 'salvar los muebles', no de ganar.
Además, falta concretar qué tipo de recortes internos se ejecutarán a partir de ahora y qué personas abandonarán la dirección del PP con este nuevo giro. Parece que el PP, mientras tanto, vuelve tímidamente a abrazar el 'marianismo'.