El asesinato de Esther López está causando un especial revuelo estas semanas. Con los nuevos indicios que posee la policía, todo apuntaba al amigo de la víctima, Óscar, como principal sospechoso. Por ello el pasado martes por la mañana pasó a disposición judicial.
Pese a todas las pruebas recogidas, el Tribunal ha considerado que no son suficientes los indicios encontrados por la Guardia Civil. Por tanto, consideran que no es propio incriminar aún a Óscar como para llegar a pedir incluso medidas cautelares. Su declaración sobre lo que hizo en la madrugada del 12 al 13 de enero es aún muy contradictoria.
"No tengo una explicación"
Óscar fue citado para declarar a las 12:30 horas de la mañana del martes 26 de abril en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid. Rápidamente las puertas del juzgado se llenaron de familiares y amigos de la fallecida con carteles pidiendo justicia. Según fuentes policiales, en apenas una hora, Óscar contestó a todas las partes, manteniendo su versión de los hechos.
Cuando el tribunal presentó las partes en las que su testimonio se contradecía con las pruebas, él se limitó a contestar: "No tengo una explicación". Asimismo, reiteró su testimonio en el que afirmaba que, tras dejar a Esther, se fue a casa y se durmió (pese a que su móvil registra una actividad de 300 pasos aquella madrugada).
En relación al ADN de Esther encontrado en su maletero, parece que Óscar tampoco encontraba ninguna explicación. Afirma que no recuerda haber llamado a un móvil durante esa madrugada. Siguen, por tanto, las mismas dudas y pocas explicaciones de lo que pasó en realidad aquella noche.
Nunca ha estado en ese lavadero
Uno de los indicios más claros que demuestran que Óscar estuvo despierto esa madrugada son las imágenes captadas por un lavadero de Valladolid. Según cuenta la policía, en ellas puede verse como Óscar tarda 17 minutos en lavar su coche (12 horas después de supuestamente haber dejado a Esther en la carretera).
Este hecho llamó la atención de los investigadores forenses desde el primer minuto ya que les pareció que le vehículo estaba "demasiado limpio". Ante esta acusación, Óscar simplemente afirma que no pudo ser él, ya que no había ido nunca allí, a pesar de que las cámaras le graban claramente.
Puesto en libertad
La acusación particular solicitó a la jueza prisión provisional para Óscar, con una fianza de 60.000 euros o, al menos, una detención de 72 horas. En ese tiempo, la Guardia Civil podría obtener así los resultados que faltan del laboratorio tras el registro de su casa.
No obstante, la jueza no consideró que hubiera indicios suficientes como para solicitar algún tipo de medida cautelar para él. Por lo tanto, todavía queda esperar a que la investigación avance para poder esclarecer aún los hechos y saber si realmente Óscar fue la persona que acabó con la vida de Esther el 13 de enero.
