El promedio de la duración de un orgasmo femenino está entre tres y quince segundos. Esto puede variar porque no todos los orgasmos son iguales. De hecho, no todas las mujeres tienen el mismo tipo de orgasmos, y ni siquiera todas ellas han conseguido disfrutar de uno ya sea con la masturbación, el sexo oral o la penetración. Es más, la penetración pura y dura no produce orgasmos a la gran mayoría.
El mundo de los orgasmos es muy complejo, pues llegar al éxtasis sexual depende de muchos factores. Para las mujeres, llegar al orgasmo dentro de la masturbación depende de la temperatura, la presión y el movimiento de las manos, propias o ajenas, o del juguete sexual que se utilice. A esto se le añade la posibilidad de las mujeres de ser multiorgásmicas, lo que supone vivir varios orgasmos en un periodo de tiempo corto.
Dentro de este amplio abanico, científicos expertos en la materia han demostrado que existe el orgasmo expandido, un tipo de orgasmo que puede llegar a durar 30 minutos, o más. El término fue acuñado por Patricia Taylor, una bioneuróloga que realizó en 1995 una investigación para su tésis doctoral con más de 44 parejas. En su trabajo consiguió que todas las mujeres participantes en el estudio llegaran a orgasmos que duraron hasta 30 minutos.
Primero, conoce tu cuerpo
Un orgasmo expandido se define como cualquier experiencia sexual más intensa y extensa de lo que se describe habitualmente como un orgasmo regular. Para conseguirlo, las técnicas que se utilizaron en la citada investigación fueron la estimulación manual, la estimulación manual por parte de la pareja, la penetración y la estimulación oral. La experta explica que este éxtasis se ve evidente en prácticas relacionadas con el sexo tántrico.
El sexo tántrico pone en práctica técnicas de respiración profunda para que el orgasmo sea producido por una activación progresiva y equilibrada del sistema nervioso. La mujer debe estar muy relaja y tener un control total de su cuerpo que ha debido trabajar anteriormente. Lógicamente, va a ser muy complicado que una mujer consiga tener un orgasmo expandido si nunca antes ha conseguido masturbarse y generarse diferentes tipos de orgasmos a ella misma.
Cómo conseguirlo
El primer paso para conseguir un orgasmo expandido es estimular el clítoris haciendo a su alrededor movimentos circulares lentos y constantes con el dedo índice. Además, se tiene que humedecer la zona si no lo está para que el roce sea suave y placentero. A partir de ahí, el ritmo y la presión cambiarán según los gustos de la mujer.
Para conseguir este orgasmo, es también recomendable realizar ejercicios en el suelo pélvico. Los ejercicios de Kegel consisten en apretar, sostener y liberar los músculos que se utilizan para orinar. De esta manera, se conseguirá que la zona se refuerce y que el cuerpo de la mujer active naturalmente estos músculos para conseguir el orgasmo. La clave de este proceso está en conseguir una relajación y concentración total, para que se multiplique la duración y la intensidad de las sensaciones. Esto se terminará de conseguir con una respiración constante y profunda, que llene por completo los pulmones.
Cuando aparezca el orgasmo, inmediatamente se tiene que dejar de estimular el clítoris y empezar a acariciar las paredes vaginales internas. Esto hay que hacerlo de manera lenta y constante, con mucha suavidad. Así se va a conseguir que la vagina, en vez de relajarse, se vuelva a contraer con las nuevas caricias, lo que provocará otro orgasmo. Una vez conseguidos superar estos minutos de éxtasis, para poder alargar el tiempo del orgasmo en hasta media hora, o más, hacen falta las dos manos: una para estimular el clítoris y otra para acariciar la vagina por dentro.
Es necesario aclarar que el orgasmo expandido no debe convertirse en una obsesión como una meta a alcanzar. Simplemente es una práctica para que la mujer pueda experimentar con el placer y su cuerpo, sola o en pareja, pero siempre de manera sana y consentida.