El embarazo es algo muy bonito, pero también conlleva riesgos durante los nueve meses de gestación del bebé. Es un periodo donde se mezcla alegría e incertidumbre en los nuevos papás y mamás porque quieren que todo salga bien y perfecto, pero para eso están las revisiones periódicas y los médicos como ángeles de la guarda para que todo se desarrolle de manera normal.
El caso sobre el que versa esta noticia es uno de esos milagros o avances médicos que cambian la vida a las personas. Esta operación se llevó a cabo en Reino Unido a una mamá embarazada de 24 semanas. Los doctores descubrieron que el bebé sufría espina bífida, una afección que produce un mal desarrollo en la médula espinal que puede provocar que esa persona tenga muchas dificultades al caminar o que nunca lo llegue hacer.
Una intervención complicada
Los padres descartaron interrumpir el embarazo por lo que solo quedaba una solución: una intervención quirúrgica al feto. El gran reto de esta operación era la de extraer el bebé. realizar la intervención y, por último, volver a introducir al feto dentro de la madre. Una cirugía muy complicada que conlleva muchos riesgos, pero que por suerte salió todo bien para la madre y el feto.
Los médicos de Reino Unido han cambiado para siempre la vida del bebé de Bethan Simpson, de 26 años, y su marido. Una operación que se había intentado realizar varias veces; aunque solo se había llegado a realizar en Bélgica. Esta intervención fue llevada a cabo por doctores de la University College London y de la Great Ormond Street Hospital. Durante toda la operación estuvieron acompañados de un equipo de especialistas belgas.
