Está claro que nuestro planeta tiene un sinfín de ecosistemas y paisajes. La fauna y la flora tan diversa de la que disponemos nos ayuda a sobrevivir aportándonos alimentos y recursos.
Las plantas y los árboles son uno de los bienes más preciados que tenemos y en ocasiones no se valoran como se debería. Cada vez se pierde más terreno forestal, ya sea por incendios o por decisiones humanas.
Pero lo cierto es que los árboles nos aportan oxígeno y deberíamos cuidarlos más. De hecho, algunas de estas especies son toda una belleza y no solo existe el pino común, los álamos o las palmeras. Hay infinidad de especies florales dignas de admirar y con un aspecto muy peculiar.
1 Palmera que camina
También conocida como Scratea exorrhiza, esta palmera crece en las selvas tropicales de centro y Suramérica. La peculiaridad de este árbol es que sus raíces sobresalen del suelo, lo cual permite a la palmera que camina cambiar lentamente su posición, hasta un metro al año, para obtener más luz del sol.
2 Eucalipto arcoíris
El eucalipto arcoíris parece un árbol pintado por un artista con muy buen gusto, pero lo cierto es que el tronco multicolor se crea al caerse las capas externas del árbol y dejar a la vista el interior de color verde brillante. Conforme se va oscureciendo, el color va cambiando a azul, morado, naranja, rojo y, de nuevo, la corteza se vuelve a caer para reiniciar el ciclo.
Esta especie se encuentra en el hemisferio norte: Nueva Bretaña, Nueva Guinea, Seram, Sulawesi y Mindanao. Su altura puede llegar a ser de 75 metros y se cultiva para la fabricación de papel.
3 Guapurú
El guapurú es un árbol originario de Brasil, Paraguay, el este de Bolivia y el nordeste de Argentina. Este organismo, también llamado jaboticaba, es un árbol de corteza gruesa y espinosa, lo que hace creer que el tronco está recubierto por uvas o frutas del bosque.
Puede parece que el árbol tiene algún tipo de enfermedad o está afectado por un hongo que tiene pegado, pero esa es su forma común y sana. La fruta del guapurú es como una baya de piel delgada y lisa y una pulpa blanca y jugosa. Tiene un sabor parecido al de las uvas, por lo que se suele consumir tanto como fruta como en refrescos, mermeladas o licores.
4 Pando
El Pando parece un árbol muy fino y alto con unas bellas hojas, algo bastante común. Pero lo cierto es que no, no es un árbol fino, sino que todo lo que se ve es un mismo ser vivo, lo que parece un conjunto de árboles está conectado bajo tierra. Esta colonia floral surgió a partir de un único álamo localizado en el estado norteamericano de Utah.
El gigante tembloroso, como también le llaman, es un único colonia floral considerada como un único organismo vivo interconectado con un sistema masivo de raíces. Este árbol tiene una edad aproximada de unos 80.000 años, uno de los más viejos del mundo, y todo ello pesa unas 6.000 toneladas, lo cual le convierte en el ser vivo más pesado del planeta.
5 Pino bunya
Este gran pino parece el más común de la lista, sin embargo sus frutos son lo que más destaca. Este árbol perenne produce una especie de piñas gigantes de cáscara dura llamadas nuez bunya que pueden llegar a pesar hasta diez kilos. Si te cae este fruto y no te mata, podrás llegar a degustar su sabor a castaña y piñón.
El pino bunya es originario del sudeste de Queensland, Australia, y, al contrario de lo que se pueda pensar, no está dentro de la familia de los pinos. Es un árbol protegido en reservas y parques nacionales.
6 Palma de cera del Quindío
Esta especie de palmera crece en el Parque Nacional Natural Los Nevados, en el departamento colombiano del Quindío. Es la palmera más alta del mundo y su corteza está recubierta de cera, de ahí su nombre.
La palma de cera del Quindío se encuentra en peligro de extinción por la deforestación y el ganado y, aunque crecen muy lentamente, pueden llegar a vivir 100 años.
7 El Bosque Torcido de Polonia
En este caso, no destacamos el tipo de árbol, sino todo un bosque de Polonia que tiene un crecimiento extraño. Estos 400 pinos fueron plantados en 1930 cuando esta localización aún pertenecía a Alemania y lo cierto es que se desconoce por qué tienen esta forma curva en su base.
Se cree que el humano intervino para crear esta forma quizá para poder crear madera curva natural para la fabricación de muebles o barcos. El bosque se encuentra en Gryfino, al noroeste de Polonia, y lo curioso que es son solo un grupo de pinos los que tienen esta forma y están rodeados por otros árboles rectos. Es por ello que se cree que el modelado que estaría siendo realizado por un jardinero fue interrumpido por la Segunda Guerra Mundial.
8 Baobab
Madagascar, África continental y Australia son los lugares donde crece el baobab, también conocido como el árbol botella o pan de mono. Su tronco grueso y alto es fruto de un largo tiempo de madurez, pues puede llegar a vivir hasta 1.000 años.
Algunos de ellos tienen el tronco hueco para poder almacenar hasta 6.000 litros de agua, pero el ser humano tienda a vaciarlo y construir otro tipo de estructuras en su interior.
9 Los árboles de Punta Slope, Nueva Zelanda
Al sur de Nueva Zelanda se encuentra Punta Slope, que tiene estos árboles como peinados por el viento. Su forma está propiciada por los fuertes, fríos y recurrentes vendavales del antártico que azotan sus ramas y las retuercen, obligándolas a crecer de este modo.
Punta Slope está deshabitada y como mucho pasa por allí algún granjero o un pastor con sus ovejas. Y es que los vientos también han despoblado la zona, por lo que solo viven 58 personas en un radio de cinco kilómetros.
10 Pennantia Baylisiana
La Pennatia Baylisiana parece una planta común, con sus hojas, sus raíces y su tamaño nada fuera de lo normal. Sin embargo es única en su especie. Crece en las Islas Tres Reyes, en Nueva Zelanda y fue descubierta en 1946. Su singularidad ha permitido que encuentre un hueco en el Libro Guinness de los Récords como la planta más rara del mundo.
La Pennantia Baylisiana produce polen y unos frutos morados muy pequeños con una semilla dentro. Obviamente, al ser única en su especie, está en peligro de extinción al verse afectada por el hombre y ser pasto de los animales.
11 Árbol cirio
Esta especie de cactus se parece a una vela, de ahí su nombre. Su expansión se reduce al desierto de Baja California y la Sierra Bacha de Sonora, México. Sus ramas crecen hacia afuera perpendicularmente en ángulos rectos y están cubiertas de hojas de entre 1,5 a 4 centímetros. Además, sus flores crecen en verano y en otoño y tienen forma de racimos amarillos con olor a miel.
Sin duda, toda una larga lista de los árboles más exóticos que existen a lo largo del planeta. Los microclimas y la situación de aislamiento de algunos territorios, han permitido desarrollar especies que, sin duda, son completamente inusuales en el resto de territorios.