La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado que el riesgo para la población por el aumento de contagios de estreptococo A es "bajo", ya que este incremento es leve. Su naturalidad endémica , el hecho de que no se hayan encontrado mutaciones en su composición genética y su leve resistencia a los antibióticos hace indicar que el peligro para la población, por el momento, sea muy bajo.
A pesar de esto, la OMS recomienda a todos los países europeos que sigan atentos muy de cerca a la evolución de los contagios: "Dada la posibilidad de que se produzcan casos graves, sigue siendo importante que las infecciones relacionadas con el estreptococo A, como la escarlatina y el síndrome de shock tóxico estreptocócico, se identifiquen y traten rápidamente con antibióticos para reducir el riesgo de posibles complicaciones y reducir la transmisión ulterior".
De la misma manera, han instado a estos países a que realicen tareas de comunicación en el ámbito sanitario, dando pautas para proceder con el seguimiento de casos, la realización de unas correctas pruebas diagnósticas y para la prevención de contagios.
"Los profesionales sanitarios deben mantener un alto grado de sospecha clínica de infección por estreptococo A al evaluar a los pacientes, en particular a aquellos con infección vírica precedente (incluida la varicela) y a los que son contactos íntimos de pacientes con escarlatina o estreptococo A invasivo. En caso de ingreso hospitalario, deben aplicarse precauciones contra las gotitas. El personal sanitario debe seguir siempre las precauciones estándar y realizar una evaluación del riesgo para valorar la necesidad de precauciones adicionales", recalca la OMS.
Sin restricciones
Asimismo, la OMS no recomienda de momento la imposición de restricciones en viajes ni en materias comerciales, ya que sus síntomas no dejan de ser leves, causando amigdalitis o faringitis. En muy extrañas ocasiones puede llegar a derivar en un estreptococo A invasivo, pudiendo provocar la muerte.