Una nueva estafa viral corre por WhatsApp y, una vez más, las víctimas más vulnerables son los menores de edad. Se trata de Olivia, un usuario falso que contacta con nosotros a través de la aplicación de mensajería, como ya hicieron en el pasado otras similares como Momo. A estas farsas o bulos originados en internet, se les conoce como Hoax. Y, aunque WhatsApp intenta aumentar su seguridad para combatirlos, aún encuentran resquicios para colarse en nuestros smartphones.
Olivia actúa enviando al usuario un mensaje de WhatsApp presentándose como Olivia, una amiga de algún amigo o amiga, utilizando un nombre falso que aun así nos puede llamar la atención. Cuando la víctima responde, normalmente para decir que no la conoce o no la recuerda, 'ella' dice que le enviará una foto. Y, con ello, llega un link que en realidad enlaza a una página web de contenido pornográfico.
Por suerte, Olivia no es tan peligrosa como era Momo. Ese hoax de WhatsApp tenía un aspecto escalofriante (en realidad era una foto de una escultura que hay en Japón), y enviaba a sus víctimas unas normas que debían cumplir. De lo contrario, amenazaba con hacerles algo malo, creando angustia y sumisión hacia una máquina por parte de los más jóvenes. Se ha relacionado con casos de suicidio, al igual que el peligroso Juego de la Ballena, que también fue investigado..
En este caso, la 'broma pesada' es compartir contenido pornográfico, aunque esto puede preocupar a los padres por dos razones. Por un lado porque, dependiendo sobre todo de la edad de los menores, se trata de un contenido inadecuado para ellos. Por otro lado, con este tipo de estafas, siempre corremos el riesgo de que haya algún tipo de cargo económico que no podamos controlar. Y, en tercer lugar, es un engaño poco ético para conseguir visitas en webs de pornografía.
Peligro para el usuario y la empresa
Este tipo de bulos y estafas utilizan a los menores de edad porque son más vulnerables, entre otras razones, porque son más abiertos y confiados a la hora de entablar contactos por redes sociales y apps. Es normal, pues es un momento de nuestra vida en el que es muy importante para nosotros hacer crecer y mejorar nuestra red de amistades o al menos conocidos. Sin embargo, en la adultez es más fácil que, ante un número desconocido o una persona cuyo nombre no nos suena, prefiramos eliminarlo de la lista de contactos y seguir con lo nuestro. ¡Precisamente, nos sobra la mitad de la lista!
Aun así, es importante poner barreras ante estas intromisiones por medio de las apps, porque ignoremos o no los mensajes, o si un muñeco feo nos dice que le escribamos un WhatsApp a las 3 a.m. lo mandamos, directa y literalmente a la m..., nuestra confianza en los servicios online va decayendo. Y eso repercute directamente en las empresas, razón por la que invierten muchos recursos en mejorar su seguridad.