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Política

La victoria de Bolsonaro y la ola de xenofobia en Latinoamérica

La elección del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil es la última muestra del movimiento racista que se extiende en todo Occidente.

América Latina no se ha situado al margen de la ola de xenofobia y extrema derecha que recorre Europa y Estados Unidos. El mejor exponente de ello es Jair Bolsonaro, el 'Le Pen brasileño' que añora antiguas dictaduras militares, que ya ostenta el poder en Brasil y que cuenta con el aval de personalidades como Donald Trump, uno de los primeros presidentes en felicitarle en mitad de todo tipo de alabanzas.

Es una muestra más de la ola de racismo, antiglobalización y xenofobia que recorre el mundo occidental y que ahora se extiende por gran parte de América Latina. Y, en este caso, cabe destacar los dos países que enfrentan las mayores crisis de la región: Venezuela y Nicaragua.

La ola de refugiados que están viviendo ambos países, a cuenta de las crisis institucionales de los gobiernos de Nicolás Maduro y Daniel Ortega, despierta el odio contra el extranjero. A ellos se suman los ciudadanos de países como Honduras, Guatemala y El Salvador, que huyen de la ola de violencia, narcotráfico y maras; aunque apuestan en mayor medida por Estados Unidos.

La principal mayoría de los expatriados se están instalando en países como Panamá, el boyante Costa Rica, Perú o Brasil y los argumentos populistas han sido el estallido de un caldo de cultivo que se ha ido cociendo durante meses. 

El gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto, como excepción, está ofreciendo empleo temporal y subsidios a todos aquellos recién llegados que se instalen en los estados de Chiapas u Oaxaca. Sin embargo, aquí surgen las dudas sobre un supuesto acuerdo con Trump que evite la llegada de más de 4.000 inmigrantes, lo que no evita la polémica.

En cuanto a Bolsonaro, su plan incluye el fin de la polémica ley de inmigración. Sería el fin de la reforma aprobada el pasado mes de noviembre de 2017 por el expresidente Michel Temer, en la que se igualaban los derechos de ciudadanos nacionales y extranjeros; con acusaciones de interés en obtener mano de obra barata.

Racismo contra las comunidades indígenas

El ultraderechista Jair Bolsonaro se ha alzado con el bastón de mando en Brasil
"El ultraderechista Jair Bolsonaro se ha alzado con el bastón de mando en Brasil"

A ello, se suma el auge del rechazo por parte de las minorías blancas contra la comunidad indígena. Bajo este mantra, se enmarca la propuesta electoral que propone derogar la demarcación de las tierras reclamadas por las comunidades autóctonas de estas tierras.

Son territorios reclamados por razones históricas o espirituales. Los anteriores gobiernos socialistas ampliaron estos terrenos, así como otras naciones. La más destacada en este sentido es Venezuela, que mediante la 'Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas'establece el reconocimiento de "sus identides culturales, idiomas, territorios, instituciones y organizaciones sociales, económicas y políticas, que les distinguen de otros sectores de la colectividad nacional".

Volviendo a Brasil, con una comunidad negra muy importante, el presidente se ha intentado desmarcar de sus polémicas declaraciones pasadas en contra de estos ciudadanos. Su empeño en fotografiarse con miembros de estos colectivos lo demuestra, aunque continúa el rechazo por parte de la comunidad blanca, especialmente formada por descendientes de portugueses.

El 'euroescepticismo americano' que se extiende en Brasil

Algunas alianzas como Mercosur se encuentran en peligro | En imagen, su sede de Montevideo, Uruguay. Imagen de Fedaro
"Algunas alianzas como Mercosur se encuentran en peligro | En imagen, su sede de Montevideo, Uruguay. Imagen de Fedaro"

Vincular el sentimiento euroescéptico con Brasil puede sonar chocante. Pero, en este caso, intentamos realizar un paralelismo con el empeño de Bolsonaro de abandonar organizaciones supranacionales como la ONU o sus titubeos en torno al Mercosur.

Ese tipo de políticas también se encuentran replicadas por el Ejecutivo de Donald Trump, que ha repetido con empeño su gusto por abandonar la OTAN. Es, a la postre, la consecuencia del rechazo a la globalización que caracteriza al siglo XXI y la actual era tecnológica.

El movimiento del futuro jefe de Hacienda brasileño, Paulo Guedes, pone en peligro el Mercosur y con ello a la región de América Latina (no podemos olvidar que el país lusoparlante cuenta con el mayor peso de la zona). Esto tendría más consecuencias de las que aparenta...

El peligro de las 'esperanzas' de Cuba, Perú, Colombia o México

Algunos países como Perú están creciendo de manera vertiginosa
"Algunos países como Perú están creciendo de manera vertiginosa"

A mayor fragmentación, mayor debilidad económica e internacional. Ese es el peligro que sufren ahora las 'esperanzas' latinoamericanas, que se representan fundamentalmente en Cuba, Perú, Colombia o México.

El intenso crecimiento de algunos países (Perú, por ejemplo, creció un boyante 7,8% en el cuarto mes de este año 2018), se suma a la apertura de Cuba, que ya ha firmado sus primeros acuerdos de integración en Mercorsur.

La Habana vive una reforma al estilo chino que ahora podría verse afectada. Brasil es un eje troncal en la política económica e internacional de toda la región y lo que suceda en su Ejecutivo se extenderá al resto de naciones.

Son asuntos complicados, ya que la debilidad económica puede tener consecuencias muy serias como, por ejemplo, poner en jaque el proceso de paz en Colombia o la lucha contra la violencia en México. Conflictos que, finalmente, están minando a una población con un creciente hartazgo por situaciones críticas que se enquistan y cronifican a lo largo del tiempo.

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