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Política

El genocida nazi Himmler, en contra de las corridas de toros: "Es un espectáculo cruel"

Himmler, tras la reunión con Franco, acudió a una corrida de toros en la Plaza de Las Ventas, un acto que le provocó hasta mareos.

En octubre de 1940 el oficial nazi Heinrich Himmler fue recibido en la España fascista del momento durante varíos días para, supuestamente, un viaje turístico. Pero, historiadores han explicado que en realidad habría visitado el país para realizar una inspección de los dispositivos de seguridad españoles, debatir sobre la cooperación policial hispano-alemana y acordar la ya mítica reunión entre Hitler y Franco en Hendaya. 

Sin embargo, lo importante de la visita  fue la corrida de toros que Franco mandó a organizar y que el jerarca y genocida nazi consideró un "espectáculo cruel". En un afán de mostrar lo que, por desgracia, se entiende como un aspecto cultural de España, éste le causó un profundo malestar al oficial, incluso llegando a provocarle mareos. 

Himmler en la plaza de toros de Las Ventas
"Himmler en la plaza de toros de Las Ventas"

Según informa el diario ABC, después de que el público eufórico lo recibiera en la plaza con una enorme ovación y con los toreros realizando el saludo nazi, hubieron rumores de que se mareó durante la corrida de toros. Por otro lado, el escritor Fernando González Doria en 'Memorias de un fascista español' explicó que Himmler habría comentado su desagrado con lo que vio, considerándolo "un espectáculo cruel"

Para la dictadura franquista, la visita del homicida nazi supuso un momento bastante importante y una oportunidad más de seguir mostrando la simpatía hacia el régimen fascista. La ocasión merecía que crearan un cartel especial para el evento y que convirtieran Madrid en un abanderado nazi. Más concretamente en el cartel se usaron de forma clara los colores del nazismo y, para más inri, pusieron la esvástica. 

Toreros haciendo el saludo fascista
"Toreros haciendo el saludo fascista"

Los nazis, amantes de los animales

Himmler, como explica Seymour Rossel en su libro 'The Holocaust: The World and the Jews', fue un gran amante de los animales, incluso prohibió la caza en Alemania. Sentimientos compartidos con Adolf Hitler, quien amaba a su perra Blondi y se consideraba vegetariano. 

Paradójicamente, los nazis fueron los primeros en legislar leyes contra la caza y el bienestar animal, como la Ley de Protección de los Animales aprobada en 1933. También, altos mandos del partido dictatorial alemán fueron ambientalistas y protectores de la naturaleza. 

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