El debate sobre la legalización de la marihuana llega a la política española de la mano de los dos grandes nuevos partidos: Podemos y Ciudadanos. Las dos formaciones están iniciando una batalla en los parlamentos autonómicos y nacionales para impulsar iniciativas que impliquen la despenalización progresiva del consumo de esta droga.
Los primeros pasos que han surtido efecto se han dado en los parlamentos de Navarra, País Vasco, Murcia o Cantabria, donde si bien es cierto de Podemos y C's son minoría, se ha aprobado de manera definitiva su regularización para uso terapeutico.
Sin embargo, el papel de las formaciones morada y naranja pasa ahora por despenalizar el uso a nivel nacional, sin descartar el consumo recreativo. En la reciente mesa de la comisión mista para el estudio de drogas del Congreso, Podemos y Ciudadanos, así como el PdeCAT y el PNV, intentaron abordar el asunto, aunque finalmente no se llevó a debate por la oposición de PP y PSOE.
Desde Podemos aseguran que esta decisión ha hecho que el tema quede "congelado", pero no se dan por vencidos: intentarán, al menos, activar una ponencia de estudio durante la próxima reunión de la mesa, que no ha sido convocada por el momento.
En este caso, el PSOE sí que tiene la intención, en principio, de apoyar esta iniciativa, que permitiría comenzar a estudiar los convenientes y desventajas de aprobar una ley de estas características, así como valorar la manera en la que ha afectado a los países que han aprobado su uso.
Una medida que, al menos en el uso medicinal, podría prosperar gracias a la buena disposición de los grandes partidos, tal y como adelanta el diario El Confidencial. Al parecer, los representantes de todas las formaciones políticas se comprometieron a ello en el reciente encuentro organizado por el Observatorio Español de Cannabis Medicinal, celebrado en la sede de CaixaFórum de Madrid.
Unidos Podemos, en especial, tiene la intención de aprobar la distribución de marihuana con fines recreativos, basándose en las recientes regulaciones de algunos estados de EE.UU., como California y Massachusetts, con el principal argumento de que la recaudación aumentó en dos mil millones de dólares en impuestos.
En Podemos creen, además, que la legalización ayudaría a impulsar el mundo rural y el asociacionismo, fomentando la creación de cooperativas y un mercado que no se rija por las normas tradicionales del actual capitalismo. También apelan a la libertad individual, asegurando que las personas tienen derecho a plantar en sus viviendas la cantidad de cannabis que consideren.
Junto a Podemos, el PdeCAT y el PNV también apoyarían la legalización del uso recreativo de la sustancia, un asunto controvertido, cuanto menos, por los grandes riesgos para la salud que la marihuana conlleva.
Algunos parlamentos regionales, como los de La Rioja y Castilla y León están debatiendo, mientras tanto, si aprueban la legalización del cannabis a nivel terapéutico, una decisión que ya ha sido descartada de manera tajante en Andalucía y Asturias. Mientras tanto, desde Podemos tienen la intención de conseguir un proyecto de ley sobre este asunto que sea aprobado durante la presente legislatura.
Un asunto controvertido
La legalización de la marihuana, sin embargo, conlleva sus riesgos, sobre todo si se permite su distribución y venta con fines recreativos. La percepción social de esta sustancia puede ser distinta si desde las autoridades se transmite la idea de que su uso no es perjudicial.
Los daños más importantes a nivel psicológico se producen con la disminución de materia gris, es decir, pérdida de cociente intelectual y el aumento del riesgo de desarrollar brotes psicóticos o enfermedades mentales como la esquizofrenia.
Por otro lado, a nivel físico, su consumo a través de las vías respiratorias puede aumentar exponencialmente el riesgo de padecer cáncer u otras enfermedades como la Epoc, puesto que sus efectos son más dañinos que los del tabaco.
Además, se ha comprobado que la sustancia actúa como imnunosupresora, es decir, debilita significativamente el sistema inmunitario y predispone al organismo a sufrir enfermedades, así como aumenta el riesgo de impotencia en los hombres e infertilidad en las mujeres.
