La facilidad de uso y su versatilidad a la hora de cocinar todo tipo de alimentos reduciendo el consumo de aceite ha popularizado drásticamente el uso de freidoras de aire. Solo en 2023 se vendieron en España 1,6 millones de unidades que evidencian el auge de esta tecnología.
A pesar de su gran utilidad, es importante conocer bien los ajustes de temperatura adecuados para cada alimento, puesto que equivocarse puede afectar a la seguridad alimentaria de lo que comemos como a la calidad del plato que estamos elaborando.
Por este motivo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de la importancia de mantener siempre la temperatura adecuada, sobre todo cuando se están cocinando alimentos ricos en almidón como patatas, galletas o bizcochos.
"Cuando las patatas y los alimentos ricos en almidón (habitual en los cereales) se hornean a más de 195 ºC se favorece la formación de acrilamida, una sustancia tóxica y cancerígena", explica la OCU, que recomienda no superar la barrera de 195ºC para evitar riesgo en la salud.
Análisis de freidoras
La OCU también ha analizado 75 freidoras de aire, en un estudio que ha revelado importantes diferencias en la calidad de cocción, tiempo necesario y facilidad de uso entre las diferentes opciones que actualmente podemos encontrar en el mercado.
El estudio destaca las variaciones en determinados platos como la quiché, los bizcochos o las patatas fritas, que pueden derivar en resultados desiguales en función del modelo. Sin embargo, otras recetas como alitas de pollo o pollitos de primavera encontraron buena calidad de cocción en la mayoría de modo.
Para lograr la mejor calidad, la OCU recomienda optar por modelos con programas automáticos que permiten cocinar diferentes tipos de alimentos y aprovechar funciones adicionales como la doble cubeta, perfecta para dos platos sin mezcla de sabores, la conexión wifi que permite monitorizarte la cocción desde el teléfono móvil o la ventana translúcida, para observar el proceso sin abrir la tapa caliente.
La OCU recuerda la importancia de tener en cuenta la capacidad real de la cubeta, puesto ue el volumen anunciado suele ser mayor respecto del espacio de cocción disponible. Para un uso óptimo recomienda calcular aproximadamente 400 gramos de patatas congeladas por persona y respetar siempre el límite de capacidad del mercado para que no se quemen zonas de alimento y lograr una cocción uniforme.