La Policía Nacional ha detenido a siete jóvenes de entre 20 y 30 años, y a la madre de una de ellas, por secuestrar y vejar a una persona con una discapacidad intelectual durante dos días. Los hechos sucedieron en Manacor, en la isla de Mallorca, donde le humillaron y torturaron de diferentes formas: le cosieron los dedos de los pies, le pusieron pegamento en la boca y, además, le tatuaron tres penes en la cara, entre otros ataques.
Según confirma la investigación, que todavía sigue abierta, la víctima de 36 años publicó una especie de concurso en sus redes sociales solicitando un cambio de look. Los acusados, cuatro hombres y tres mujeres, decidieron utilizar esto como excusa para retenerle el pasado fin de semana, del 5 al 7 de marzo, y dar rienda suelta a sus macabras ideas. Esta serie de humillaciones se situaron en la casa de una de las detenidas, donde su madre también sería cómplice de esto.
Los acusados habrían recogido a la persona neurodivergente en la plaza de España el pasado 5 de marzo y se lo llevaron a Manacor. Lo primero que hicieron fue obligarle a ir a un supermercado vestido con ropa de mujer y, una vez hecho, fue cuando le llevaron al susodicho domicilio. Le tatuaron tres penes en la frente, varios pezones y sujetadores. También le arrancaron las cejas para tatuárselas después. Además, le pegaron los labios con pegamento y le cosieron los dedos de los pies con aguja e hilo.
La víctima pudo huir y pedir auxilio
Esas no fueron las únicas formas de tortura, sino que no le dejaban huir a pesar de intentarlo, pero fueron intentos en vano dados sus problemas de movilidad y su artritis en las manos. Más tarde, la víctima suplicaba que la liberasen después de que la atasen con bridas y, por último, fue obligado a caminar sobre chinchetas. Solo encontró la forma de huir cuando le permitieron salir para sacar dinero y pagarles.
Una vez salió para buscar el cajero más cercano, logró aprovechar para darse a la fuga de ese centro de torturas y, acto seguido, pedir auxilio. La Policía Nacional ha detenido a los siete jóvenes más la madre que podría ser cómplice. Se les acusa de presuntos delitos, tales como lesiones, vejaciones o detención ilegal. La víctima, por otra parte, fue hospitalizada para ser atendida por todas las lesiones que le generaron.