"Acabo de vivir la experiencia más loca de mi vida". Esas son las palabras que acierta a decir Steve Whitehurst, un hombre británico de 47 años al que su pene de 25 centímetros acaba de jugar una mala pasada.
A man accused of shoplifting in Hanley says he's seeking legal advice, after being questioned about a bulge in his trousers.Steve Whitehurst says he even dropped his trousers to security staff at Scotts menswear to prove he hadn't stolen anything.The store is investigating. pic.twitter.com/s3UAjVhJma
— BBC Radio Stoke (@BBCRadioStoke) September 27, 2019
La polémica llegó cuando Steve se dirigió a la tienda Scotts, en Sotke-on-Trent, con el objetivo de comprar algo de ropa en compañía de su novia Mandy Shenton. Allí se gastó nada menos que 400 libras (449,33 euros) en varias camisetas y sudaderas, según relata el diario británico The Sun.
Todo iba bien hasta que una empleada se acercó a él y le preguntó qué estaba escondiendo en su entrepierna: "Empezó a discutir conmigo. No me dejaba irme", ha asegurado Steve.
La empleada creía que estaba siendo víctima de un robo y que Steve había escondido en el paquete algún producto como una zapatilla. Y, evidentemente, la cosa se marcaba demasiado: "Yo no paraba de decirle que era mi pene", continuó.
En mitad de la tienda
Las acusaciones continuaban mientras que los empleados le pedían a Scott que sacase a relucir aquello que se había escondido entre pierna y pierna. El hombre no se lo pensó dos veces.
"Ese día llevaba unos pantalones muy ajustados y había un bulto, sí, pero le dije que eso no era ilegal. No puedo remediar la manera de la que estoy hecho. Así que me bajé los pantalones delante de todo el mundo y le dije: '¿Ves? No tengo nada que ocultar", ha recordado.
Aún mostrando su pene, la empleada llamó a un agente de seguridad y se llevó a Steve a un cuarto privado. Allí le desnudó al completo para certificar que, efectivamente, no se había llevado nada: "El operario sacudió la cabeza y salió a hablar con la mujer. La escuché decir: 'Por favor, dime que llevaba algo', a lo que él respondió de manera negativa".
Steve ha mostrado su rechazo ante la situación que acaba de vivir, que califica como "muy humillante y desagradable". Algunas de las personas que se encontraban en el local aseguran que Steve se comportó de una forma un tanto "agresiva" y que estaba "probándose muchos artículos", lo que había despertado la sospecha de los vigilantes. Finalmente, Steve ha puesto una queja ante las autoridades de consumo por el trato que recibió por parte del personal de la tienda y el centro comercial.